La última semana el Servicio de Atención Psicológica -SAP- destinado a niños, niñas y adolescentes de los barrios de Bariloche que brinda el Municipio estuvo a punto de discontinuar su servicio por tensiones entre Salud de Provincia y el Municipio en torno a la contratación y continuidad de las profesionales que lo realizan.
Entrevistamos a las psicólogas que integran el equipo del SAP para conocer los alcances de este servicio especializado y cuales serian las implicancias en la población más vulnerable de los barrios si su servicio se da de baja
“El servicio empieza en el 2010 Por intervención del Consejo de Niñez, se dispara por una situación bastante importante, el Hospital había cerrado el área de atención infanto-juvenil y la Secretaría de Desarrollo Humano del Municipio toma la palabra de la comunidad, generando este espacio. La particularidad de este servicio esta puesta en 3 puntos fundamentales: público, gratuito y territorial. Facilita a las familias el acceso al consultorio, ya que a muchas familias les resulta imposible acercarse al hospital y recibir la atención solicitada. Al tener nosotras la presencia en los barrios, para los vecinos es más fácil acceder al SAP. Cubrimos todos los barrios, atendemos en 9 centros de salud, 3 centros de salud cada una. Con una carga horaria de 20 horas semanales.” Explican las profesionales Amaranta Ferraria, Melisa Fuentes y Mariana Riboldi acerca del origen y los alcances de las intervenciones del SAP.
– ¿Cómo llegan a este espacio? ¿Cómo lo conocen?
Desde una convocatoria del colegio de psicólogos principalmente.Estos últimos años se conformó un equipo consolidado, donde está bastante aceitado el trabajo en conjunto, el funcionamiento y la forma de derivación y abordaje de las situaciones. Hasta que los niños llegan al SAP previamente hay un trabajo que no sólo tiene que ver con nosotros como psicólogos sino también con las familias y quienes derivan los casos. Quienes nos realizan las derivaciones se encargan de trabajar la demanda para que las familias puedan acceder y conocer el trabajo que se realiza desde el SAP. Y mientras nosotras trabajamos para conocer más en profundidad el entorno y las familias de los niños que recibimos. Para las familias los tratamientos psicológicos muchas veces son desconocidos o tabú, entonces lo que se hace es trabajar con ellos y explicarles en qué consisten estos tratamientos, los beneficios y lograr convertirlos en espacios de contención.
– ¿Hacen mucho hincapié en la Articulación, quieren contarnos un poco como funcionan con otras instituciones y organizaciones sociales?
Articulamos mucho territorialmente con diferentes organizaciones e instituciones. Sobre todos con las escuelas y Etap, (equipos técnicos escolares) recibimos niños y adolescentes con situaciones extremas de vulnerabilidad, violencia, maltrato y muchísimos casos de abuso sexual. Nosotras recibimos a niños, pero con ellos viene toda una familia atrás con la que hay que trabajar; y estas muchas veces viven situaciones de judicialización o están intervenidas por algún organismo, por lo que es fundamental el trabajo en red. Favorecer a todos, para que no quede el abordaje solo limitado al niño y la niña cuando sabemos que es fundamental poder trabajar con la familia y el entorno para que sea lo más efectiva posible nuestra intervención.
Referencia para con otras instituciones
“El SAP desde donde se ha podido dar respuesta a nivel institucional, somos un referente para las instituciones y un punto de consulta sobre las diferentes situaciones. Además, hasta hace dos años aproximadamente, que volvieron las psicólogas de pediatría del hospital (especialistas en Infanto-juvenil), fuimos las únicas que cubríamos la demanda. Fuente de consultas para otros organismos, tanto se ha formalizado nuestro trabajo que año a año se realiza una devolución y se muestra lo trabajado a nivel clínico, el abordaje subjetivo y también a nivel cuantitativo sobre lo trabajado. También recibimos las devoluciones de las demás instituciones con las que se articuló a lo largo del año y así, poder trabajar sobre los puntos a ajustar para las futuras intervenciones. Es un servicio que se empoderó a lo largo del tiempo, si bien surge desde la Municipalidad fue tomando vida propia, la gente de la comunidad se lo pudo apropiar.” Describen las profesionales.
Hace 2 semanas el Municipio se comprometió con la continuidad del servicio a través de la subsecretaria de Desarrollo Social Alejandra Schneebeli. A los 15 días el equipo recibió la información opuesta, que el servicio dependía de Salud y que desde el municipio iban a dar de bajas los contratos.Con esta información las profesionales debían hacer los cierres y terminar de forma abrupta con los tratamientos. “Una las cosas que más nos molesta de este cierre tan abrupto es la forma y los tiempos, además de ser una fecha bastante sensible como es fin de año no nos dieron tiempo de poder hacer un cierre adecuado, además que hay familias que no pueden ser abandonadas en estos momentos, no hay tiempo para trabajar la finalización del tratamiento. ” dicen desde el equipo acerca del cierre abrupto.
El servicio realiza 68 tratamientos con situaciones muy complejas e interviniendo con las familias y hay una larga lista de espera intentando ingresar al servicio. Por otro lado el tema de la territorialidad es clave, estar en el barrio permite estar más a mano de las familias. Este es el único programa con estas características: gratuito, territorial y público.
Desde el Hospital Zonal de donde dependerían las futuras contrataciones dicen que los cargos están pedidos, pero no hay ninguna garantía de que salgan. Si salieran estaría el riesgo de interrumpir durante 5 meses los tratamientos.
Esta información empezó a circular esta semana por las organizaciones e instituciones que utilizan el servicio para derivar y articular distintas situaciones, comenzando a generarse una manifestación pública de las implicancias del cierre de este programa. La última información que se tiene es que la municipalidad daría marcha atrás con la decisión de rescindir los contratos luego de la intervención de algunos legisladores que llevaron el asunto a Viedma y la intervención de la Defensora del Pueblo de Río Negro Adriana Santagati.
Quizás el agua no llegue al río. Mejor así. El silencio de niños, niñas y adolescentes ante distintas situaciones de vulneración de derechos fundamentales no es salud.
Por Eugenia Neme
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen