Movimientos sociales, sindicatos y organizaciones populares, campesinas, ecologistas y feministas se dieron cita en Montevideo, Uruguay, en el marco de la “Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo”.
El encuentro comenzó este miércoles 16 de noviembre con una gran movilización que congregó a miles de personas y finaliza este sábado 18, con la participación de delegados de Cuba, Paraguay, Brasil, Argentina, Panamá, Bolivia, Colombia, Perú, Venezuela, Chile, y otros de Latinoamérica y el Caribe.
La unidad contra las políticas de ajuste que se aplican con ferocidad sobre la clase trabajadora en el Continente constituye un eje central en estos días de debate entre militantes y activistas de toda América, que se congregaron para unir su voz en repudio a un modelo que significa un fuerte retroceso en materia de derechos de todo tipo.
En el caso de Argentina, uno de los países con mayor participación, las políticas llevadas adelante por el presidente Mauricio Macri viene marcando una fuerte flexibilización del trabajo que se acentúa con la nueva Reforma Laboral que el Gobierno intentar aplicar en un claro intento de maximización de las ganancias y concentración de la economía de los grupos más poderosos, arrasando para esto con derechos y conquistas laborales conseguidas mediante siglos de luchas.
“El problema es que si al sector privado le competimos (desde el Estado) con salarios más altos, el sector privado no va a poder generar la mano de obra que necesita para su crecimiento”, señaló sin inmutarse este jueves en la reunión con gobernadores de 23 provincias para firmar un nuevo pacto fiscal en el que se establecen pautas de recortes y cumplimientos de metas fiscales en la relación de los estados provinciales con el Estado nacional, con un claro alineamiento en tanto políticas de ajuste y achique del Estado. Esta misma reforma laboral es la que desfinanciará a los jubilados en $200.000 millones, monto que saldrá de la ANSES para cubrir la baja de los aportes correspondientes a los empresarios, entre otros puntos que merecen un apartado.
En este contexto, es que llega el país a debatir un plan de unidad que abarca a nivel continental la lucha contra los acuerdos de libre comercio y las transnacionales, la defensa de la democracia y la soberanía y la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe, temas troncales de las mesas y paneles sobre los desafíos que tienen los pueblos en lucha. En definitiva, un intento de respuesta a la altura de las circunstancias políticas que enfrenta la región.
Vale la pena recordar que la Jornada nació en 2015 en La Habana, durante el Encuentro Hemisférico realizado para conmemorar los diez años de la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), política impulsada por Estados Unidos para consolidar el dominio y la explotación económica de la región.
Como contracara en diciembre de este año la Organización Mundial del Comercio mantendrá una reunión en Buenos Aires ante la cual también se esperan actividades en repudio: es sabido que la OMC constituye un instrumento para condicionar a los gobiernos del mundo y consolidar un modelo de dependencia que continúa con una política de entrega de recursos de todo tipo, mientras se reduce el control del Estado.
Los desafíos no son menores para enfrentar el nuevo escenario. El mayor parece estar la unidad que puedan lograr las organizaciones para dar respuesta. Así lo señalaba en la apertura de las jornadas en el país hermano Marcelo Abdala, Secretario General del PIT-CNT, central anfitriona: “Hoy tenemos el honor que recibir a más de 2 mil compañeros y compañeras de 26 países de todo el Continente. La clase obrera uruguaya, con el corazón unido les dice bienvenidos a la patria de Artigas, quien tanto luchó por la liberación de América Latina ¡Viva la unidad de los pueblos! ¡Viva la construcción consensuada de otra perspectiva para el planeta! ¡Viva la unidad de los trabajadores!”.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen