Por recortes, mal presentación de papeles, falta de presupuesto y pase de excusas entre la gestión anterior y la actual, 20 manzanas del barrio Nahuel Hue quedarían sin el servicio esencial del gas.
A principios de año ya se denunciaba cómo la desorganización institucional y falta de rigurosidad en los procedimientos de la Unidad Ejecutora Municipal (UEM) Bariloche, que lleva adelante los proyectos de los Programas de Mejoramiento Barrial (Promeba), ocasionaron, entre otros factores, la paralización de los trabajos de cloacas y red de gas del barrio El Frutillar y los pluviales del Malvinas.
Asimismo, como fuera descrito en este mismo espacio, a principios de abril, “se corroboró que errores en los procedimientos para el armado de carpetas y presentación de documentación para el Promeba IV, obras entre las que se incluye nuevamente la ampliación de la red de gas para los barrios Malvinas, Nahuel Hue y El Maitén, determinaron su suspensión”.
En la actualidad, si bien desde julio la Unidad Ejecutora Nacional aprobó la continuación de la obra de gas para los barrios Malvinas y Nahuel Hue las promesas siguen siendo la única variable que delinea el horizonte. Pero los vecinos no bajan los brazos. “Veníamos de un proyecto armado desde el 2014 donde nos sentábamos cada lunes con los dirigentes barriales a proyectar dentro de este programa, que nos daba un panorama de poder ofrecer una mejor calidad de vida para las familias”, dice Virginia, presidenta de la Junta Vecinal del Barrio Nahuel Hue.
Virginia señala idas y vueltas donde es difícil decir “quién miente” pero señala los resultados concretos: “Nosotros armamos un Proyecto de ampliación de obra para el Promeba y lo trabajamos todo el 2014, 2015 y 2016. Pero hoy nos encontramos con gran parte de barrio que en esta etapa se queda sin la Red troncal de gas”.
Así, explica que si bien antes había 8 manzanas sobre las que ya se sabía que iban a quedar pendientes, en la actualidad finalmente son 20 manzanas las que quedan sin la red. “Cuando nos sentamos para hacer el proyecto planteamos casi la totalidad del barrio, pero ahora tenemos un problema: con esos recortes, falta de plata y mal presentación de papeles pagamos los vecinos. Nos quedan más de 20 manzanas –de 53 que tiene el barrio- afuera: son 1200 familias”.
Ante esto, por ahora, lo que quedan son las reuniones con las distintas autoridades en busca de seguir avanzando, sin continuar argumentando hacia atrás: “Vamos a reclamar lo que tenemos que reclamar. Dicen que las equivocaciones son de la gestión anterior. Bueno, ahora que empiecen a hacer”, concluye Virginia no sin cierto hastío ante el panorama de idas y vueltas en el que las cosas siempre dependen de algún otro en alguna otra oficina, y adelanta que van a trabajar en el armado de una Comisión de seguimiento para estar al tanto de todos los informes y los avances, para de una buena vez, poder ver el trabajo concluido.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen