En el corazón de Virgen Misionera, a solo un par de cuadras de Pioneros, se encuentran los principales actores del barrio. La escuela, la cancha de fútbol, el gimnasio y la radio que trasmite desde el nacimiento de esta popular toma. Hasta allí nos fuimos a conversar con tres de sus integrantes.
En las paredes de su estudio están pegadas palabras sueltas que precisan muchas características de este espacio radial que se supo sostener en el tiempo: Identitaria. Abierta. Inclusión. Oportunidad. Plurisocial. Independencia. Inclusiva. En otra columna de este afiche (seguramente producto de alguna juntada horizontal de quienes integran “la radio más escuchada de los kilómetros”), una columna debajo de las palabras “Debería ser”: detalla, accesible, sostenida, continua, consolidada, organizada, participativa. Ahondamos entonces en estos objetivos que tienen como medio comunitario.
_Esta radio tiene casi 30 años y pasó por diferentes momentos y etapas históricas. ¿Cómo caracterizarían el momento actual?
_La radio de hoy tiene una propuesta diferente a la que tuvo a lo largo de su historia. Nació hace casi 30 años por la necesidad de un grupo de vecinos, cuando Virgen Misionera era una ocupación y no un barrio, y la radio fue el órgano de difusión de esa lucha, entonces tuvo esa característica. Esos vecinos fueron cambiando, rotando, aparecieron otros con el barrio más asentado y con otras necesidades y la radio quedó un poco de lado, ya que quizás no era una prioridad para ese momento. Como que se fue vaciando. La propuesta artística era parecida, popular, aunque con una visión radiofónica un tanto comercial en cuanto a difusión de música.
_Yo venía de otra radio comunitaria como Gente de Radio, y cuando vine a vivir a Virgen de las Nieves tomé contacto con este espacio. Cuando me incorporé a la radio estaba muy solo Valeriano, anterior coordinador llevando la radio adelante. Así que hace 5 años comencé con Después del Carnaval, me fui incorporando cada vez más, a tener un diálogo más fluido con Valeriano, y nos propusimos intentar sacar la radio del barrio, cruzar la frontera a otros barrios del oeste. Porque la radio reflejaba las necesidades de otros sectores que estaban en otros barrios periféricos, y teníamos un equipo acorde para alcanzar todo el oeste de la ciudad. Así es como comenzamos a organizar talleres en la biblioteca Aime Painé y le empezamos a modificar la estética. En ese momento había muy poquitos programas, pero se empezó a ver un perfil diferencial de lo que venía siendo la radio, tanto en artística y en estética, y de ser una radio de cumbia, chamamé y folclore comenzó a tomar características pluriculturales con más música latinoamericana, y darle cabida a bandas más alternativas, menos difundidas. Así tuvimos acceso al Banco de Músicos Independientes donde bajábamos música, y armamos una artística relacionada con las nuevas características de la radio que buscaba un perfil no partidario, ni religioso, de plantarnos y estar anclados en el campo popular y ser contestatarios del poder desde donde podamos. (Pelado)
_¿Cuáles consideran las fortalezas y debilidades de la radio?
_Creo que empieza a representar a sectores que no se sentían representados y siento un acercamiento del barrio. Otra gran fortaleza es que logramos el objetivo que nos propusimos en ese entonces, que fue que la radio salga y se escuche en otros barrios. En la actualidad la mayoría de los auspiciantes que tenemos no son del barrio. Es importante haber llegado a un sector que antes la radio no se proponía.
_Cuando empezamos en la radio no llegábamos ni a pagar la luz, porque teníamos unos pocos auspiciantes y muy pequeños. Nosotros pudimos poner una tarifa para los auspicios un poco más alta y conseguir cobrarla todos los meses. Ser consecuente con el cobro nos permitió asegurar lo básico para salir al aire. Y eso es una fortaleza, porque antes no lo teníamos. Yo vi como en otros momentos compañeros de la radio sacaban plata de su bolsillo para pagar facturas de luz. Nosotros cuando proponemos la autogestión es esto: es una fortaleza hoy poder ser una radio pobre, con limitaciones, pero autogestiva y libre.
_Creo que en la actualidad otras fortalezas son la artística y la experiencia del Pelado que tiene 30 años de radio.
_Una debilidad es que nos falta tiempo de gente que se ocupe, porque por ejemplo tenemos materiales y equipamientos como un micrófono ambiental y termo panel para seguir mejorando este espacio, y a veces no encontramos el momento. Nos cuesta mucho convocar, lograr el consenso con gente que se acerca, que se comprometa y esté dispuesta a poner su tiempo. Consensuar el compromiso. Para mí hay que construir con lo que hay, con lo que pueda ofrecer el que se acerca. Si no estamos persiguiendo una utopía para algo que tiene que ser concreto. (Claudia)
_¿Creen que es un denominador común que pasa en otros medios comunitarios y organizaciones sociales?
_ Creo que hay una limitación de compromiso de la gente y uno de los factores que genera eso es internet, la militancia del teclado. Creemos que hay que poner más el cuerpo y acercarse si se quiere sostener un comedor, una revista o una radio. Me parece que tenemos que volver a replantar el rol de la militancia de la vida, como hablaba Mario Benedetti, y ser militante de la vida significa comprometerse. Nos han hecho creer con esto de la modernidad que a través de las tecnologías y los artefactos vamos a cambiar el mundo. Son un instrumento, pero si no le ponemos el cuerpo, el debate, la neurona, el compromiso, con un celular o una computadora no transformás nada.
_Además de sufrir y enojarnos, nos divertimos muchísimo haciendo el programa, es algo que por internet no podés conseguir jamás, no se compara con estar en vivo. Podemos denunciar o hacer análisis, pero siempre con alegría, porque si nos roban la alegría nos roban la vida. Y más allá de los escollos y limitaciones que nos presenta el sistema y el momento histórico, no nos perdemos la posibilidad de cagarnos de risa. Si venimos acá a luchar, a construir, a poner esfuerzo, a postergar cosas, por lo menos hay que hacerlo riéndose. Me parece que los espacios de libertad tienen que ser divertidos, si no estamos fritos.
El estado de (y) los medios
_¿Qué medios consideran sus espejos comunicacionales a nivel nacional? ¿Qué experiencias rescatan y nutren sus programas? ¿Cómo definen sus contenidos editoriales?
_Él se nutre de papel y yo de internet (risas). Para el programa nos nutrimos con los informativos de Farco, de la RNMA (Red Nacional de Medios Alternativos), contacto Sur, que es un informativo latinoamericano, Fm Sur. También Pelota de Trapo, Anfibia, La Vaca, Cosecha Roja, Sudestada y Mascaró y el grupo de reflexión rural. Con ellos intentamos leer la realidad por afuera de la lectura que hacen los grandes medios.
_Nosotros definimos cuales eran las líneas temáticas informativas que íbamos a seguir: pueblos originarios, derechos humanos, propiedad y tenencia de la tierra, contaminación ambiental, efectos de los monopolios, la violencia de todo tipo, etc. Muchas veces en las radios de Bariloche hay un tinte partidista. Nosotros intentamos romper con eso. Al campo popular le falta una síntesis cultural y política para la construcción de una herramienta política que sirva a los intereses de la gente, algo que hoy no sucede.
_Con respecto a los pueblos originarios me parece mentira que los medios no lo tengan como prioridad en un territorio donde el 70% son mapuches.
_Un gran error que han incurrido las radios comunitarias es seguir al pie de la letra la agenda del oficialismo de turno. La preocupación del campo popular es el día a día, son las cuestiones que suceden en su barrio sin que ningún medio haga cobertura. Eso también es información. La agenda oficial es la parte periférica de nuestros programas. Cuando no tenemos producción propia recurrimos a otros medios comunitarios. Por eso, cuando pensamos en el programa, una de las ideas era tener todo lo que no pasa la televisión. Sin embargo ahora, como estamos haciendo un informativo matutino, nos estamos perdiendo la editorial y un análisis más profundo, porque tenemos otra velocidad.
_Siempre critiqué la deficiencia en esta ciudad en la comunicación de eventos y movidas. Muchas veces no te enterás de cosas que están buenísimas. Esa es una de las cosas que veíamos que le faltaba a la mañana de Bariloche.
_¿Cómo es la programación actual de la radio? ¿Cómo llegan las propuestas?
_Tenemos un programa de identidad de género, uno de literatura, otro de entretenimiento, otro de rock y un programa sobre nutrición desde una postura alternativa. También varios enlatados donde resalta un programa que se llama “La tierra detrás de tus ojos” de América Profunda. A la hora de buscar enlatados no metemos cualquier cosa, sino que tratamos que correspondan con nuestra línea editorial y tengan la misma visión de la realidad.
A los programas que recién comienzan les damos talleres intensivos de radio para que el espacio no pierda calidad. Les enseñamos a hacer un guión de un programa, a dividir en bloques, a manejar los tiempos, hacer separadores, las señas básicas y lo que se necesita para que un programa salga potable. Es algo a que le pusimos mucha ficha. Generalmente son talleres que duran 8 encuentros y finalizan con un programa en vivo que se trasmite aquí. Así quedó en la radio Claudia que le sintió el gustito a la radio y se quedó a construir comunicación popular. También de a poco colaboramos con otras asociaciones u organizaciones haciendo spots diversos, algo que no sucede en muchas radios.
_¿Creen que el Estado tiene que apoyar a los medios comunitarios, barriales o alternativos? ¿Con cuál de estas tres categorías se identifican?
_Me siento cómodo con las tres definiciones, con pretensiones de alternativos. A mí me encantaría que el Estado aporte para que estos medios se desarrollen, crezcan y sean los protagonistas de la socialización de la palabra, pero estoy casi convencido que en términos de paradigma capitalista es imposible que haga esto. Democratizar la palabra es distribuir poder y el monopolio del poder lo tiene el Estado.
_La Argentina ha tenido en los últimos años la posibilidad de tener una ley de comunicación ejemplar en el mundo en términos conceptuales, y esa letra la puso Farco (Foro Argentino de Radios Comunitarias), pero nunca se terminó de reglamentar y creo que no fue producto de la inoperancia, sino que fue adrede.
_En lo personal no tenemos personería jurídica, entonces las gestiones se limitan. No estamos en ese sentido para remar en ese mar de piedras. Nosotros estamos en trámite de posibles radios legales, y si bien no tenemos licencia, estamos permitidos, tenemos autorización. Gente Nueva es en lo formal la dueña de la radio. Entonces, cuando necesitamos algo de figura legal acudimos a ellos, pero somos autónomos.
_Antes nos desesperábamos por tratar de presentar y participar en proyectos, hasta que un día entendí que en verdad no podemos. Pero cada vez se suman más auspiciantes. La autogestión es una manera de mantenernos vivos, pero tiene que haber compromiso y conciencia. Y en el medio de eso al Estado le reclamamos todo, no así a los partidos políticos que no representan los intereses de las mayorías y presentan un futuro incierto en cuanto a la democracia. Eso nos hace preguntar, cuál va a ser nuestro rol como medios en el futuro. Y creemos que va a ser donde se aglutine el descontento popular. Por eso tenemos la necesidad de pensar la realidad en términos políticos y no perder de vista que cada acción cotidiana es una disputa de poder real. Por eso queremos que la gente que nos escuche piense la realidad en el proceso y no en la coyuntura.
_Muchos medios amparados en el subsidio dejaron de construir consenso popular y detrás de ese consenso puede venir el poder popular. Me parece que ser dependiente de subsidios puede aburguesar a las organizaciones populares, atentar contra la aspiración legítima de poder construir un poder contra hegemónico, de contra información, donde las radios comunitarias sean el correo social de los barrios.
_Con respecto al aporte del Estado, el dinero que maneja es el del pueblo y nosotros somos integrantes del pueblo, y haciendo este trabajo social tenemos el legítimo reclamo de exigir que nos ayude a sostener nuestros proyectos. Es una lucha pendiente de muchas radios comunitarias. Son momentos históricos complejos que no dejan de ser atractivos y prósperos. Es un momento para que las organizaciones sociales comencemos a mirarnos y construir de a poco una herramienta que nos identifique y permita construir poder. Esto se trata de eso.
Por Sebastián Carapezza
Fotografía: Eugenia Neme
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen