El 29 de julio es del Día Nacional de la cultura conmemorando la muerte del escritor, periodista y profesor universitario Ricardo Rojas. En el marco de este nuevo aniversario dialogamos con Liliana Herrero, música popular argentina.
– ¿Cuáles son los trabajos que estás realizando actualmente?
-Estoy haciendo una serie de conciertos, de algún modo celebrando los 30 años de la edición de mi primer disco en junio de 1987. Estoy conmemorando esos 30 años, lo cual aviso que me da un poco de vértigo… el tiempo pasa muy velozmente. No sé cuántos discos hice, ya he perdido la cuenta pero ha sido interesante la experiencia.
Estamos haciendo conciertos con músicos jóvenes. A veces a algunos apenas los conozco, pero a mí me pareció un diálogo cultural, musical y generacional interesante. Tal vez la cultura sea eso, sea el pasaje y los legados, la herencia que uno toma y va dejando al mismo tiempo. Que se establezca una conversación de préstamos musicales y experiencias de diversas tradiciones que hagan una época.
-Para nosotros y nosotras usted es una referente… ¿Qué le genera esa referencia a nivel nacional?
-Si lo pienso en esos términos dejo de pensar… no me gusta, me da mucho miedo, me presenta una responsabilidad enorme. Me parece que los que vienen están tomando como referentes mi música pero la de muchísimos más también.
Yo que sé, me da un poco de impresión. De todas maneras yo reconozco referentes en mí. Mercedes Sosa lo es. Al mismo tiempo, al tener la posibilidad de cantar con ella, lo que uno tiene que hacer con ese legado, ese canto que ella fundó en este país es también desprenderse. Si no te transformas en un mito que te devora.
Yo no quiero ser eso. No me voy a retirar de los escenarios, voy a seguir buscando y andando…
-En el año 2016 editaste el disco Imposible con 10 canciones de autores que ya no están… ¿Qué sensaciones tenés a un año de este disco? ¿Cómo fue el proceso de selección de estas canciones?
-El proceso de elección fue de recostarme en grandes autores que a mí me sostienen y que en estos momentos tan adversos para el país nos sostienen aún más, casi hay un ruego en esas grandes obras. Casi como si yo le estuviera pidiendo a las obras esas que me sostengan una vez más. Pidiendo en un sentido de angustia, sobre todo en este momento que pareciera que no hubiera territorio, que no hubiera memoria ni musical ni poética ni política. Eso es muy grave para un país.
Esa fue mi búsqueda y por eso yo también en una época como esta, de computadora a computadora, de negocio en negocio, de finanzas y de olvido me pareció que yo tenía que hacer un disco austero, tranquilo, casi susurrado. Eso fue lo que hice.
No me fue bien con ese disco porque se ha puesto muy difícil la situación para viajar para los músicos. Así como esta complicada la situación económica para todo el país, esta complicada para nosotros también. Yo en otra oportunidad hubiera ido a Bariloche por ejemplo a cantar este disco y eso no lo pude hacer. Estoy contenta con el disco y he tenido una fuerte repercusión pero me hubiera gustado tocarlos más.
-Liliana, además de la música, su parte intelectual está ligada a la Universidad ¿Cómo conviven esos dos mundos dentro suyo?
-Todo lo que aprendí, leí, y sigo leyendo y estudio, no sólo textos teóricos sino en relación a la música. No pienso en una división de mundos, yo creo que tengo que reflexionar sobre lo que hago y bueno, de esa reflexión sale un pensamiento sobre la patria, sobre la música, sobre el arte, la cultura, la memoria…
Yo no doy clases en la Universidad hace mucho tiempo, prefiero seguir subiéndome a los escenarios y saber que en cada concierto yo estoy pensando algo. Eso es lo que podría concluir.
-A los 100 días de que asumió Mauricio Macri usted escribió una columna que tuvo bastante repercusión. Hoy, a los 20 meses… ¿Cuál es su visión?
-Si la escribiera ahora sería más dura. Yo lo que veo es tierra prendida, arrasada. Eso lo veo con mucha pena y tristeza. Pero también con mucha alegría y mucha esperanza no en este gobierno en particular sino en las reacciones que puede tener este pueblo para salir de esta situación tan escandalosa.
La patria se ha entregado, se va vendido. Está diezmada, le gente está muy triste, estamos en una situación gravísima a pasos de una aprobación de una flexibilización laboral como la de Brasil. Eso sería escandaloso, sería barrer de un plumazo todas las transformaciones históricas respecto a los derechos que se han construido en este país.
Ese escrito que hice que se viralizó es casi ingenuo en relación a lo que está pasando hoy día. Yo lo veo con mucha preocupación y miedo, las cosas están muy pesadas. Hoy mismo ha habido una represión terrible frente al Congreso porque a la gente la despiden de los trabajos. ¿Qué se puede esperar de un país que despide alegremente 600 personas?
La gente sale a protestar y recibe la represión que está planificada y planeada. Es muy grave. En medio de eso uno sigue pensando cosas y haciendo discos.
– ¿Qué rol cree que ocupan los grandes medios de comunicación?
-El de bastardear, bastardean la lengua, el lenguaje, la vida popular… están demasiado concentrados para que haya una sola línea, una sola editorial. Los veo mintiendo, prometiendo cosas falsas. Los veo más bastardos que nunca. Nunca vi una cosa igual al programa Intratables, no recuerdo momentos tan horribles de la televisión como estos.
– ¿Cómo hacemos para estar siempre en contacto con la cultura?
-Hay que leer, hay que estudiar. Tenemos que estar conectados de algún modo. Hoy está muy de moda la conexión vía las redes sociales. Hay que agruparse e inventar. Armar y desarmar, destruir y volver a construir… tenemos que resistir. Y para resistir necesitamos estar agrupados, con responsabilidad y con memoria. Lo otro son objetos efímeros que aparecen, son producidos por lo masivo que por lo popular. Lo masivo siempre es una alianza entre los medios y el mercado.
Culturalmente este país tiene un mapa musical y poético maravilloso. Hay que agruparse y estar en contacto con los grupos que se constituyen.
Por Violeta Moraga, Mariela Martínez y Julia Biagioli
Equipo de comunicación popular Al margen