A raíz del secuestro y destrucción de un lawen (medicina mapuche) el pasado 12 de junio se iniciaron distintas acciones por parte de representantes y organizaciones mapuche tehuelche. Luego de una primera toma pacífica del SENASA y frente a la promesa de una reunión para el lunes 3 de julio con el Ingeniero Ricardo Sánchez, a cargo de la seccional Patagonia Norte del SENASA se levantó la toma.
A la cita del tres de julio llegaron los representantes de las distintas comunidades del pueblo mapuche tehuelche con una propuesta fundamentada y escrita para presentar e iniciar el trabajo de explicarles a ambos estados (argentino y chileno) que la práctica de pasar lawen de un lado de la montaña al otro es milenaria y no corresponde que dependa de la aceptación o no de estados creados hace solo doscientos años. Sin embargo al encuentro solo concurrió un funcionario relacionado a la comunicación institucional. Frente a la ausencia de funcionarios con “real decisión política” los mapuche decidieron desistir del encuentro y volver a realizar una toma pacífica en el SENASA hasta tanto y en cuanto, se presentara frente a ellos el Ingeniero Ricardo Sánchez.
Luego de haber estado todo el martes 4 de julio realizando la ocupación del organismo, a las 21:30 de dicho día se obtuvo el compromiso firmado de que el titular de Senasa asistiría el 5 de julio con una propuesta que implicase la construcción de las bases necesarias para poder frenar el hostigamiento y persecución al pueblo mapuche y tehuelche.
“Queremos soluciones concretas vinculadas al tránsito del lawen -medicina mapuche-, el cese del hostigamiento y maltrato hacia los machi, las autoridades espirituales, en los pasos fronterizos. El trawun -parlamento- se reunirá por la tarde de Bariloche” manifestaron la noche en la que se levanto la toma.
Si bien la reunión para el día de ayer estaba consensuada con los funcionarios estatales a las 16:30, en la comunidad Millalonco Ranquehue el fuego y el mate estuvieron alerta desde tempranas horas recibiendo a integrantes de distintas comunidades que venían desde los territorios actualmente llamados Neuquén y Chubut. Dando cuenta en cada ronda de mate y saludos que el conflicto a partir del secuestro del lawen del Lonko Javier Cañio reeditaba disputas de un pueblo heterogéneo pero con lecturas sobre lo injusto de ciertos accionares del Estado argentino compartidas.
La reunión formal comenzó con la llegada de los dos funcionarios al lof. La roda estaba armada, no había posibilidad de hablar sin mirarse a los ojos. El Estado presentó su propuesta. Los Lonkos, Werkenes, integrantes de las comunidades de los pueblo mapuche tehuelche y personas no mapuche que se habían acercado analizaron y repensaron puntos que se habían puesto a consideración. “Ahora mostraremos en lo que nosotros trabajamos, pero no en nuestras horas de trabajo. Lo hicimos sacándole tiempo a nuestros andares cotidianos. Porque son los Estados los que tienen el problema y deben entender. Pero deben hacerlo ya. Porque es de la vida que acá estamos hablando” dijo uno de los jóvenes mapuche que pidió la palabra y dio lectura al largo documento que habían realizado las comunidades. En el mismo explicaban y detallaban qué era un lawen, a qué leyes internacionales debían atenerse los estados de ambos países, y cuáles serían los mecanismos para dejar de sufrir el hostigamiento cada vez que una machi o persona transportara un lawen (en el formato que la machi lo considerase).
Luego de más de tres horas de reunión y diálogo se establecieron tres puntos acordados por los allí presentes:
En primer lugar se asumió la puesta en práctica de un protocolo transitorio para el paso de lawen en las fronteras limítrofes entre ambos estados. Para realizarlo la persona que se esté tratando deberá llenar una planilla dando cuenta de la enfermedad o tratamiento que está realizando.
En segundo lugar se firmo el compromiso de trabajar para la construcción de un protocolo más amplio capaz de abarcar toda lo que las naciones originarias comprenden como lawen, así como en la profundización de nociones en torno a la salud y a la enfermedad que respondan a la cosmovisión mapuche.
Y, por último, en tercer lugar trabajar en torno a la realización de una mesa de trabajo interinstitucional capaz de abordar distintas problemáticas causadas por las instituciones del Estado argentino con fecha estimada para mediados de agosto.
Al despedirse los funcionarios las distintas personas que habían concurrido celebraron este primer gesto de escucha por parte del SENASA en el largo camino de hacer entender a los funcionarios estatales que las prácticas y personas que los precedieron están organizados, acompañados y haciéndose oír.
Fotos y registro: Amancay Quintriqueo.
Por Mariel Bleger
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen