El lonko mapuche Facundo Jones Huala fue detenido, una vez más, de una manera injusta y arbitraria. Sumándonos al pedido por su liberación inmediata y al repudio de la persecución política de luchadores sociales, escuchamos su testimonio desde el Pabellón 6 de la Unidad Nro.14 de Esquel.
– ¿Cuál es tu situación actual en Esquel?
-Mejorando, había iniciado una huelga de hambre que no fue necesario profundizar por la situación tanto de las irregularidades de la detención pero también porque las condiciones carcelarias no eran las adecuadas.
Teniendo en cuenta que había tenido un acuerdo con el juez y el fiscal donde se había manifestado que iban a respetarse todas mis condiciones. En principio, luego de ser trasladado de Gendarmería hasta Esquel, eso no sucedió y se endureció… apenas llegué aquí me habían trasladado a los buzones, a las celdas de castigo.
Una vez que se fue regularizando la situación depuse la huelga por lo menos en el sentido de las condiciones carcelarias con miras a volver a reiniciar la medida en caso de no regularizarse la situación judicial.
– ¿Pudiste hablar con las personas que están llevando adelante la defensa?
-Sí, tengo una comunicación bastante constante aunque ahora en las últimas horas no. Viene siendo fluida sobre todo desde que pude retomar el contacto, ejercer derechos políticos y culturales. Desde que se fue regularizando mi situación pude tener un contacto mejor.
– ¿Cuáles son las novedades con respecto a tu causa?
-Muchas novedades no hay. Hay una gran incertidumbre en términos jurídicos. En realidad si bien hay que encarar por ese lado todo el proceso fue irregular e ilegal, totalmente viciado con falta de garantías políticas y sin debido proceso.
Nadie puede ser juzgado dos veces por la misma causa. Hay que entender que esto sobre todo fue una situación política más que jurídica, en donde se evidencia una persecución hacia el sector más movilizado y más consecuente del pueblo mapuche, el más autonomista y revolucionario. Eso es lo que se está reprimiendo simbólicamente con mi persona.
En otros momentos como sucedió la recuperación de tierras aquí en la zona Cushamen, Vuelta de Río y Leleque donde mi primo perdió parte de la mandíbula y mi hermano perdió un oído. Hubo detenidos, fue una situación de violencia constante.
Creemos que en ese sentido lo más importante es el desarrollo político. Así como la represión es política con una respuesta jurídica basada en montajes y otras situaciones irregulares
-Teniendo en cuenta esta persecución ¿Qué posibles salidas políticas se pueden evidenciar para que puedas recuperar tu libertad en poco tiempo?
– En realidad es lo mismo de la incertidumbre…. Pero yo creo que la movilización social y política del pueblo mapuche como también de los sectores solidarios pueden torcerle el brazo a la represión política y judicial.
Ayer fueron detenidos siete personas en un procedimiento en Buenos Aires en una protesta por la libertad de mi persona. Reclamando también por Santillán, un indígena del norte argentino. Toda esa situación de movilización es la que puede darme la libertad.
Por otro lado tiene mucho que ver con la maduración de la conciencia. Más allá de mi libertad, o no libertad, creo que lo que tiene que pasar es que no se tiene que caer la moral del pueblo mapuche, que está luchando por sus derechos, que se está reivindicando. Tiene que profundizar su conciencia y no se tiene que correr el eje de la discusión
La solución política real no termina con mi liberación, sino que es la entrega de tierras como dice la Constitución Nacional en los artículos 75 y 117. Hay tierras suficientes para el desarrollo humano. Nosotros lo que planteamos es el derecho a seguir siendo lo que fuimos, reconstruir nuestro mundo, nuestro pueblo como también la liberación nacional.
Hay que expulsar de nuestros territorios a las empresas capitalistas, mineras, hidroeléctricas. Empresas transnacionales y terratenientes. En ese sentido creo que es bien complejo llegar a una situación política real de fondo en este momento. En principio es el cese de la persecución de los luchadores sociales.
– ¿Cómo vivís los diferentes apoyos que se están dando en el país y el mundo en torno a tu liberación?
-Me llegan de una manera muy positiva y me fortalecen mucho. Me da pauta de que no estamos tan equivocados en lo que nosotros planteamos. Lo más importante es que se pueda conocer cuál es la propuesta política del movimiento mapuche y de todo su quehacer político y filosófico y quien es el enemigo real que plantea el movimiento.
La expresión de la solidaridad no tiene que ver sólo con el apoyo a un sector oprimido. Creo que también tiene que ver con el apoyo a una propuesta política que se plantea como un emergente en el escenario geopolítico actual. No solamente en lo que es el sur argentino y chileno, sino que en términos latinoamericanos.
-Va a haber una movilización hacia el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, el INAI, que tiene que ver con la criminalización de todos los pueblos originarios…
-Me estoy enterando por ustedes. Creo que es un ejemplo claro de lo que venimos hablando. Más allá de que es triste la represión, es triste la violencia por parte del Estado, la combatividad también trae sus frutos.
La respuesta de resistencia a la represión, esa polarización, esa evidencia de violencia política ha logrado poner en agenda política nacional, lamentablemente de esta manera, la postergación de nuestros pueblos.
Sin ponernos en el rol de víctimas hemos podido construir un movimiento autónomo, fuerte, autogestionado que tiene una propuesta digna y sostenible en términos de confrontación y construcción política.
Quiero hacer un llamado más que a la movilización, al levantamiento de los mapuches de aquella zona a reencontrarse con su ser, a recuperar la tierra y expulsar a los capitalistas. También al resto de la sociedad a levantarse contra la opresión.
Los oprimidos tenemos derecho a revelarnos y todas las formas de lucha son válidas porque la lucha es digna y justa. Los pobres tenemos derecho de dejar de ser pobres, de rebelarnos contra todos estos explotadores que nos han mantenido siempre en la miseria. Un gran abrazo a todas las comunidades.
Por Fabián Agosta y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen