En el corazón de Villa Los Coihues funciona la biblioteca Carilafquen. Charlamos con siete de sus integrantes sobre el caminar de las organizaciones culturales, la importancia de la lectura y las actividades que generan desde este espacio. Pasen y lean.
_ ¿Cuándo comenzó a funcionar esta biblioteca y cuáles reconocerían como los objetivos alcanzados?
_Esta biblioteca comienza en febrero del 96 con un grupo de vecinos que conforman esa primera comisión. Se funda con la intención de promover la cultura sin discriminación religiosa, y así empezamos en un pequeño espacio de la Junta Vecinal.Con el tiempo se fue sumando gente que atendía voluntariamente a los vecinos. Era la época del videocasete. Recién llegaba internet y había todavía muy pocos teléfonos fijos en el barrio, así que venían los vecinos a ver sus correos a este espacio. Respecto a los propósitos, ni en los mejores sueños de ese entonces podríamos pensar en el desarrollo que hoy tiene la biblioteca, donde por momentos somos 30 ó 40 personas colaborando semanalmente en diferentes comisiones. Si bien nos gustaba soñar a lo grande, nunca pensamos ser lo que somos ahora. La realidad ha superado a los sueños, producto de que mucha gente se incorporó con el tiempo. (Ale)
_Tienen voluntades bien diferentes que se acercan a participar y dar una mano. ¿Qué los mueve?
_Yo hace 6 años llegué al barrio y quería trabajar a nivel territorial. Todavía no estaba este espacio físico de la biblioteca. Pero aquí encontré un lugar muy receptivo, de escucha, donde uno tira un sueño y el resto te incita a hacerlo. Esto no pasa en cualquier lugar. Yo participé y participo en diferentes organizaciones y aquí hay algunas características propias, como ser un espacio horizontal de construcción real. O que uno puede dedicarle un montón de horas, pero sin sentir el esfuerzo, porque es un lugar de trabajo muy placentero que es vivido como algo de todos. (Pulmy)
_ Hay una horizontalidad muy atractiva. No hay cargos sobre las personas. Aquí nadie representa a nadie, sino que cada uno se representa a sí mismo. Tratamos de hacer ese lema zapatista que dice que hay que “mandar obedeciendo”.
_En este último tiempo, lo que nos fue pasando es que comenzaron a llegar diferentes grupos y propuestas que aprobábamos o no. Hasta que decidimos parar un poco la bola, ver qué queremos, o a quién salimos a buscar para trabajar en conjunto. Resulta que, en la actualidad, la biblioteca es un espacio super convocante para mucha gente que está vinculada a sostener los derechos. O sea que no solo queremos dar el espacio, sino también trabajar y planificar en conjunto. No es un salón que alquilamos. Esas cosas fueron sucediendo y no lo pensamos, lo vamos como amasando y viendo qué condimentos nos gustan más.
_ ¿Qué objetivos quedan aún pendientes?
_Uno podría ser el trabajo en nuestro territorio más inmediato. Nosotros no representamos la totalidad del barrio, y llegar a generaciones anteriores de vecinos con su manera de ver el mundo, para que nuestras propuestas los incluyan y viceversa, nos está costando un montón.
_Trabajamos en muchas cosas con la Junta, con el jardín del barrio, pero se podría trabajar mucho más con todas las otras organizaciones del barrio. El tema de los jóvenes siempre queda postergado y hay que ver qué les puede interesar. Hoy logramos atraer a los adultos mayores, algo que hace poco estaba pendiente.
_En lo personal no venía del palo de juntarnos con los demás a hacer cosas, y hay que aprender a trabajar de esa manera. Es un aprendizaje de todos los días trabajar con el otro, entonces lo que puede faltar o fallar es parte de este camino. En ese sentido, ésta es como nuestra escuela. Muchas cosas son nuevas para los que recién nos sumamos. Con el tiempo vamos a seguir aprendiendo. (Gusti)
_Para los que piensan que una biblioteca es solo un espacio donde hay libros, ¿qué actividades germinan desde este lugar?
_Cine, talleres de yoga para niños, telas, mantenimiento del edificio, teatro para adultos, percusión, eventos varios, gimnasia para adultos, cine temático, una murga del barrio que se está formando, atención en las bibliotecas, apoyo escolar, merienda filosófica para niños y filosobar para adultos, trabajo en red, son solo algunas.
_Respecto a este último punto, somos parte de la red de bibliotecas populares de Bariloche con quienes estamos armando una obra de títeres y capacitación en bibliotecología en promoción de la lectura, con quienes además elaboramos el proyecto del donante presunto y lo presentamos al concejo deliberante, ámbito dondese leha realizado modificaciones, ya que lo quieren hacer voluntario y no presunto. Lo interesante de esto es que tiene que ver con la manera de entender la política de una institución. Con este proyecto habría un rédito para los propios socios, ya que van a existir 13 bibliotecas en red, que devuelven con actividades, talleres, libroso servicios a los mismos vecinos.
Saberes compartidos
Mientras el mate gira en círculo, con una ronda ordenada como esos libros que laten en cada una de las paredes de este espacio, los afiches, banderas, stencils y carteles expuestos nos hablan de una presencia y sensibilidad a las más variadas luchas sociales. Nos ponemos a charlar sobre cómo es ser una biblioteca barrial que cumple el rol de muchas otras instituciones ausentes en tiempos, donde la política partidaria persiste tan desgastada. Pareciera que la Biblio (como la llaman con cariño) se multiplica en diferentes manifestaciones sociales y movidas artísticas y va ramificando sus acciones. Les pregunto, si eso fue buscado o si se fue dando solo.
_La verdad es que nunca imaginamos la cantidad de interacciones que hoy sostenemos. Hoy, las actividades convocan a gente de otros barrios. Creo que cuando entran aquí perciben un ambiente familiar, donde estamos todos trabajando. Tiene mucho que ver que esta biblioteca esté en un barrio alucinante, donde hay mucha gente que labura comunitariamente por amor al arte. Una vez que entrás en esta bola, es hermoso, y no se vive como una carga.
_Hay cosas que resultan casi místicas, por ejemplo, de gente que consigue por su trabajo materiales de construcción que no tienen colocados ni en su propia casa y los donan a la biblioteca. Son cosas que conmueven y están presentes. Haber levantado este lugar en primera persona, construye un sentido de pertenencia grande y tiene un valor importante que hace que cada uno lo sienta como propio, esa frecuencia se palpita. Aquí no se construye para nadie, sino para todos.
_ ¿Piensan que se lee cada vez menos con las nuevas tecnologías? ¿Hay que adaptarse a nuevos formatos y soportes?
_Creo que se lee menos el libro como objeto por el avance de las nuevas tecnologías. Como sociedad tenemos que ir viendo cómo manejamos esta nueva manera de ser social. Si bien en lo personal creo que todos estos avances no están del todo buenos, tampoco se puede luchar contra esto. Es como ir para atrás, como no querer la electricidad y volver a estar a vela. Es difícil, pero hay que buscar la vuelta para que estos avances se adapten a nosotros, y no viceversa.
_Si bien sucede en otras bibliotecas que registran muy pocos retiros de libros, no hay que tomarlo como algo dramático, sino saber que hay otras maneras y herramientas para que no se pierdan las transmisiones de conocimiento. Pero tenemos claro que a través de la pantalla no queremos hacer todo.
_Creo que se lee menos, hay que ser creativos y tener estrategia para revertir esto. Al respecto hay proyectos, como “el desafío al lector de la escuela 324”, que son muy interesantes. Hay que pensar otras maneras de instalar el libro de papel y la lectura. A las tecnologías hay que aprender a aprovecharlas, sin embargo, no hay nada más lindo que tener un libro en la mano.
_Hay que separar lo que es leer del soporte en sí mismo. La lectura de letras y palabras se ha mantenido y va a seguir a lo largo de la historia. Cambiará el soporte. Esa frase que “una imagen vale más que mil palabras”, en realidad es una trampa, me parece que una palabra vale por mil imágenes. Eso es eterno, pero hay que aggiornarse a las nuevas tecnologías que son el soporte. Uno ha disfrutado tanto de imaginar cosas leyendo libros, y ese placer solitario es único. Esa voracidad por la lectura la tenés que contagiar.
_Lo cambiante de las imágenes que da internet, no se compara con el libro. Ni siquiera compite. Los libros son como árboles, no se usan, pero tienen que estar. Hay vecinos que su único vínculo con la biblioteca es venir a sacar un libro. O vienen los nenes, abren la puerta y se cuelgan a leer, y eso resulta hermoso. A su vez, los chicos pequeños ya saben editar un video, pensar en imágenes y escribir mensajes, y está genial.
_A su vez, la pantalla en algún punto te esclaviza. Es inevitable, pero también está bueno enseñar que existen otras cosas como salir a caminar al bosque y recordar que existe la vida más allá de una pantalla.
_ ¿Tienen faros o miradas puestas en otras organizaciones y bibliotecas populares que tienen como referencia? ¿Cómo se trazan horizontes?
_Al principio éramos como una gran familia, pero después vimos que comenzó a venir a las actividades gente, que no era del barrio. Vamos creciendo y a partir de lo que nos va sucediendo, lo vamos pensando entre todos. Tenemos muchas organizaciones cercanas, amigas, dentro del barrio o no, que nos vamos encontrando en diferentes lugares. El desafío fue y es empezar a articular y eso surgió fuertemente en la evaluación del año pasado.
_También empezar a trabajar vinculados a los derechos humanos. Por eso nos fuimos involucrando con otras movidas sociales como el conflicto de tierras en El Bolsón, o tener el estandarte de la biblioteca y estar con presencia cuando hay represión. Ahí nos vamos encontrando con otras organizaciones que se interpelan por lo mismo. Es como una familia extensa.
_Hay una pata política de militancia institucional. Antes también íbamos a esas movidas, pero no llevábamos nuestra bandera. Ahora decidimos que podemos ir todos juntos como institución. No tenemos faro, pero tenemos familia.
_El plenario es una instancia muy importante para nosotros, donde están volcadas las inquietudes y propuestas de cada integrante y revolvemos a ver qué se puede sacar. Si el plenario es el living, la cocina son las comisiones (cultura, comunicación, construcción) que tienen sus propias reuniones, y tienen una autonomía limitada, porque hay cuestiones que hay que aprobarlas con el resto de los compañeros en cada plenario. Esas son las formas de gobierno que nos damos, y si bien con el tiempo hubo cambios de nombres, se han mantenido las comisiones.
_La biblioteca se sostiene con sus asociados que son cerca de 400, quienes pagansolo 10 pesos mensuales por familia. Esto forma parte de un espíritu que está arraigado. Ese es el único ingreso constante que tenemos. No tenemos ningún proyecto presentado, a pesar de tener la personería jurídica. Quizás hacemos 2 ó 3 fiestas grandes anuales donde recaudamos bastante, pero no son ingresos sistemáticos. A su vez, tanto en los talleres como los eventos, lo recaudado es para el artista o docente, y un pequeño porcentaje queda para el funcionamiento. Esa reciprocidad a veces tiene un signo monetario y otros en participación, trabajo, o atención en otras actividades. Con cada tallerista se acuerda un encuadre para que la cuota sea accesible para los vecinos. A su vez, tenemos como mínimo dos becas por taller, donde articulamos con otras instituciones.
_Nosotros crecimos, como lo hicieron las instituciones del barrio, como los cipreses apoyándose unos a otros, donde ves a algunos árboles viejos que descansan y le dan sol a los nuevos. Y en el barrio las nuevas instituciones han crecido al resguardo de otras que estaban antes. Por eso nos queda el deberde ayudar a los que están creciendo, con esta mirada de querer trabajar en red, oayudar al otro en lo que se pueda, porque recordamos cómo crecimos, con un modo coihuense que no habría que abandonar nunca.
Por Sebastián Carapezza
Fotografía: Mateo Silva Rey
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen