En Bariloche se cumplió un nuevo aniversario del 17 de junio. En el marco de las actividades de memoria y lucha por Sergio, Diego y Nino, integrantes del colectivo La Poderosa visitan la ciudad para presentar el documental “Ni un pibe menos” sobre el asesinato de Kevin, un niño de Zabaleta, Ciudad de Buenos Aires en el 2013.
– ¿Qué es la revista La Garganta poderosa?
-Para hablar de la revista tenemos que hablar de un montón de cosas que pasaron antes, que es el movimiento político partidario La Poderosa, un movimiento social que nace de distintos barrios y villas del país con más de 40 asambleas vecinales.
La Garganta es una cooperativa de trabajo integrada por comunicadores y comunicadoras que tomaron la palabra en primera persona. Que se cansaron que vengan a retratar a las villas y los barrios desde afuera con una mirada cargada de prejuicios que después legitiman todas las violencias institucionales.
La Garganta es hecha de los barrios y para los barrios. Forma parte de una estrategia política comunicacional que entendimos que era la que nos iba a servir… el objetivo nuestro es interpelar las subjetividades, siempre nos quejamos de los programas que alienan y acto seguido nos quejamos de los alienados.
Decidimos poner en la primera tapa a Riquelme, si nosotros no hubiéramos hecho eso no se replicaba. Desde ahí entendimos que había que hacer una estrategia comunicacional para llegar a los alienados y decidimos poner a famosos gritando en la tapa. Nos hubiese encantado que esté cualquier vecino de nuestros barrios en tapa, pero entendimos que no íbamos a llegar… muchos nos dicen que somos un medio villero que pone a gente de mucha plata en la tapa, y nosotros decimos que sino hacíamos eso nuestro mensaje no se hubiese masificado como se masificó.
– ¿Cuál es el argumento del documental Ni un pibe menos?
-Rodrigo: Lo que retrata es el registro de Antonio “Tano” Manco que es el director de la película. Es un compañero italiano que fue a Buenos Aires a hacer un trabajo y se encontró con una organización que es La Poderosa que le llamó la atención por la forma de construir, por la sinceridad en el paso a paso de cada día… mientras estaba haciendo su registro pasó algo que nos atravesó como organización que fue la muerte de Kevin.
Kevin muere víctima de una bala perdida en una disputa entre dos bandas que no son de Zabaleta pero que se disputan el territorio allí con el aval -por acción u omisión- de las fuerzas de seguridad; prefectura, gendarmería y metropolitana. La muerte de Kevin fue un cimbronazo… Zabaleta es donde nació La poderosa y Kevin era uno de nuestros compañeritos y el ahijado de Nacho Levy, uno de nuestros referentes.
Kevin murió por una decisión del Estado, de no estar donde tenía que estar. Los vecinos y los familiares llamaron para decir que había tiroteos en el barrio, prefectura se hacía presente, no registraba nada y se iba hasta que una bala impactó en la ventana de la casa de Kevin. Esto le pasa a un montón de jóvenes y chicos de todos los barrios, es la violencia institucional y la represión estatal cotidiana.
Kevin ahora es una bandera y una luz para nuestra organización así como para su familia. Hubo 150 disparos de Uzi en Zabaleta durante ese enfrentamiento y nadie se hizo cargo de eso. Hubo continuos pedidos de los vecinos y nadie intervino. El Estado decide que las villas, los barrios, las comunidades originarias sea donde se disputa el territorio, la tierra donde gana el que tiene más poder, el que sabe pegar el tiro. Nosotros no queremos que eso siga pasando, desde ahí fuimos organizándonos.
La asamblea de Zabaleta parió una de las experiencias de organización comunitaria más fuertes de Buenos Aires. Ahora la estamos transmitiendo a todo el país, la vamos a transformar en un proyecto de control popular de las fuerzas de seguridad. Son vecinos y vecinas controlando a las fuerzas para que hagan lo que en realidad tienen que hacer y no lo que no deberían y siempre hacen…lo que causa que la violencia institucional sea cotidiana.
El Tano fue registrando todo eso, el dolor, la bronca, el proceso judicial, la organización comunitaria, las amenazas constantes y la cotidianeidad de este caso de Zabaleta que es la cotidianeidad de muchos de nuestros barrios donde vivimos, militamos y nos formamos políticamente dentro de nuestras asambleas.
Gracias a que tuvimos en ese momento nuestra herramienta de comunicación, la revista La Garganta Poderosa pudimos denunciar, hacer ver y que toda la sociedad se entere de lo que estaba pasando. Que haya un poco de justicia más allá de que hoy uno de los prefectos imputados está libre, caminando por Entre Ríos. La lucha sigue por Kevin y por todos los jóvenes de nuestros barrios. El documental viene a traer una problemática y una pregunta ¿Cómo hacemos para revertir esta situación?
– ¿Cómo se vive desde lo cotidiano el control de las fuerzas de seguridad bonaerenses en los barrios?
-Fidel: Nosotros siempre decimos que las fuerzas de seguridad están para no para cuidarnos a nosotros sino para cuidar a los demás de nosotros…eso pasa todo el tiempo. Zabaleta está a los cuidados de la Prefectura Naval Argentina, ahí te das cuenta de que no es tanto como la están contando… siguen paseando con la escopeta en la mano mientras los pibes juegan a la pelota.
A través de lo de Kevin pudimos mostrar esa realidad de que estábamos cansados de que nos pase. De que caguen a palos a los pibes, de que no tengan identificación, de que allanen las casas sin orden. Las fuerzas de seguridad no están para cuidarnos porque todo el tiempo pasa algo. Los patrulleros persiguen a los pibes, se les cagan de risa en la cara. Uno piensa ¿Cómo pueden estar pasando estas cosas en plena democracia? Y sí, pasan hace décadas y la única respuesta en los barrios es más policía y no incluirnos en la sociedad.
Zabaleta hoy en día aparece como un círculo blanco en la Guía T, para los taxistas es un punto rojo de zona peligrosa… ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de seguridad?
– ¿Cómo viven ustedes esto de ser el lugar donde los pibes y las pibas van a contar lo que les pasa?
–Rodrigo: Poco a poco lo fuimos logrando. Primero desde los espacios de educación popular pensando en deconstruir las reglas impuestas, lo natural… que sea natural que haya tiroteos y que la policía no haga nada. Que los medios muestren la monstruosidad de las villas. Que la pobreza no es producto de la naturaleza humana, que se puede cambiar. Que nos falten cloacas y tengamos chapas agujereadas se puede cambiar. No hay que dejar que las cosas pasen como si el designio ya estuviese marcado.
Todos los que hacemos La Poderosa desde los mayores a los jóvenes y niños empezamos a entender que había que gritar nuestra verdad y desde ahí empezamos a hacer asambleas vecinales. En un principio empezó con la actividad de fútbol, después entendimos que desde ahí abordábamos muchas cosas.
Las asambleas son todas las semanas. Así como cualquier familia católica ortodoxa va todos los domingos a la Iglesia en nuestro barrio hay muchos compañeros y vecinos que tienen como costumbre, como algo natural ir todas las semanas a una asamblea vecinal. Esa es nuestra fuerza, acompañarnos entre nosotros. Con la revista sin duda dimos un salto porque nos resguardó tener un medio propio donde poder denunciar.
La Garganta Poderosa nos dio legitimidad por la forma en la que nosotros hacemos periodismo, que es esa forma libre y verdadera. No por casualidad el jefe redactor de nuestra Garganta es Rodolfo Walsh, entendemos que somos parte de ese proceso histórico. Rodolfo quiso hacer lo que estamos haciendo nosotros y por eso dejó la vida… yo no sé si se parece ni un 1% a lo que él quería hacer, ni si estaría de acuerdo pero tenemos que dar un esfuerzo para hacer algo con todo esto.
No podemos ser ingenuos ni creer que somos los que descubrimos la fórmula mágica… estamos en un proceso social en el que empezamos a hablar de a poco. Venimos de dictadura, de mucho dolor, muerte desaparición. Cosas que se van renovando ahora y las tenemos que volver a discutir. Somos parte de ese proceso social que dijo Basta, que dijo Nunca más, que dijo Ni un Pibe Menos.
En algo somos muy claros. Nosotros creemos que ideologías y partidos políticos hay muchos, pero lo que siempre decimos es que derechos humanos no hay muchos, hay uno y estás a favor o estás en contra. O los defendés o los violas. Los violas si no los defendés. Esa es la línea y la estrategia que venimos trazando, la organización comunitaria.
Por Fabian Agosta, Mariela Martínez y Julia Biagioli.
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen.