(por la vaca.org) Organizaciones de derechos humanos y autoconvocados. Niños, jóvenes y abuelos. Pañuelos y carteles. Más de medio millón de personas llegaron hasta la Plaza de Mayo para repudiar el fallo de la Corte que habilita el 2×1 a genocidas en una movlización histórica. Voces y ecos de un pueblo en la calle.
“Teque teque, toca toca. La justicia está re loca. La memoria es del pueblo: 2×1 las pelotas”. Un grupo de jóvenes salta al ritmo de la canción. No están contentos ni enojados: cantan. Y gritan desafiantes que la memora, histórica, se hace carne en ellos sub dictadura y en esta marcha de más de medio millón de personas que se unió para gritar: Nunca más ningún genocida suelto. El fallo de la Corte Suprema que habilitó el beneficio del 2×1 al represor Luis Muiña desató todo tipo de expresiones de repudio que derivaron en una gran marcha convocada por los organismos de derechos humanos y a la que se sumaron mayoría de autoconvocados. Todo el mundo quería llegar a la plaza, y por eso estalló. Nadie decía “qué barbaridad”: “No al 2×1” atravesaba todos los carteles y banderas. Desde el escenario, discursos emotivos aunaron los cantos y oídos dispersos:
- “Afortunadamente la sociedad ha reaccionado con firmeza. Numerosos jueces han rechazado los pedidos de reducción de pena y excarcelación a muchos de los represores condenados por delitos de lesa humanidad. Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación del 2×1 a genocidas y represores. Estas decisiones nos llenan de esperanza y gratitud”, dijo Estela de Carlotto, de Abuelas.
- “No queremos convivir con los asesinos más sangrientos de nuestra historia”, sintetizó Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Enseguida, el agite de los 30 mil pañuelos que se repartieron, en el aire, como símbolo de de los 30 Mil que se siguen multiplicando. El pañuelo blanco de las Madres en un niño de hombros, en un obrero, en una mujer con su hijo en mano, en los jóvenes que saltan y cantan: “La memoria es del pueblo”.
Despertar
En un recoveco de la calle Perú, casi al costado de la estación de subte, descansa Nadia, 30 años, licenciada en Administración y trabajadora del Estado, con un pañuelo blanco atado al cuello. “Es insostenible, y por eso vengo”, dice sobre el fallo, mientras la multitud avanza. “Esta es la gota que rebasó: traspasa cuestiones políticas. Están tocando una fibra muy profunda en la historia Argentina. El fallo de la Corte es angustiante y nos alarma muchísimo. Por eso estoy sorprendida y agradecida por toda la gente que hay hoy. Es una muestra: nos estamos despertando”.
Nadia resume con emoción el estado de ánimo de estos siete días: a una semana del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que habilitó el beneficio del 2×1 al represor Luis Muiña -civil integrante del “Grupo Swat” que operó en el Hospital Posadas durante la última dictadura cívico-militar, condenado a 13 años de prisión en 2011-, el repudio unánime que escaló desde los organismos de derechos humanos y laceró la memoria social hasta obligar al propio Gobierno nacional a rechazar la decisión judicial, se trasladó este miércoles en una masiva movilización a Plaza de Mayo que dejó en claro el contundente respaldo al Nunca Más. Desde el escenario calcularon medio millón de personas en las calles porteñas, que se suman a las movilizaciones en Córdoba, Santa Cruz, Mar del Plata, Colón, Neuquén, San Luis, Formosa, Río Grande, Puerto Pirámides, Santa Fe, Rosario, Usuahia y la lista sigue hasta cada ciudad del país. Más de medio millón.
Cómo fue
La gravedad del fallo firmado por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Elena Highton de Nolasco -con las disidencias de Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda- aumentó día a día a medida que diversos genocidas condenados por delitos de lesa humanidad exigían a la Justicia la aplicación del mismo beneficio que dictaminó la Corte. La situación empujó a que las dos marchas convocadas esta semana se unificaran en una sola que comenzará a las 18 horas. El esquema quedó así:
- El Encuentro Memoria Verdad y Justicia ingresó por Diagonal Norte.
- Las organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles, por Avenida de Mayo.
- Los partidos políticos llegaron por Diagonal Sur.
http://www.lavaca.org/notas/que-hizo-la-justicia-con-los-represores-que-pidieron-el-2×1/ Piensa Nadia: “Es imposible que una persona, tres, un gobernante o una corte pueda tomar una decisión así. Es simplemente imposible. Supera cuestiones políticas: yo nací en democracia, pero se me hiela la piel cuando estoy acá porque traspasa generaciones. Mis viejos pasaron la dictadura, sus amigos también, por eso hoy nosotros también que estar acá y decir una palabra: presente”.
Lo inconcebible
Por Avenida de Mayo, junto a su familia, marcha Josefina Casado, integrante de Abuelas de Plaza de Mayo. Muestra su pañuelo blanco a lavaca: “Mi mamá bordó este pañuelo en el´78 por sus dos hijos desaparecidos junto a sus compañeras: las dos estaban embarazadas”. Su madre era María Josefina Fracchia de Casado: “Vivía en Azul, se tomaba el colectivo después de la oficia y venía en colectivo a la Plaza. Después se iba”. Sus hijos desaparecidos son Gaspar Onofre Casado y María Segunda Casado Fracchia Frías. “Recuperamos uno solo de los chicos, a mi sobrino Sebastián (hijo de Gaspar y de su compañera Adriana Tasca, también desaparecida), en 2006”.
-¿Qué significa para usted esta movilización?
-Demuestra lo inconcebible. No queremos genocidas en la calle: es tan simple como eso. Mucho nos tenemos que bancar las domiciliarias, los jueces blancos, que los genocidas se mueran sin ser condenados, que sean excarcelados. Cuesta muchísimo armar las causas, años. Muchos están prófugos, muchos no pudieron condenarse por falta de pruebas y otros porque tarda la Justicia. ¿Y nos hablan de venganza? El juicio y castigo en cárcel común es limitado a los casos que se pudieron demostrar. No vamos a permitir que, encima, los liberen por el 2×1. No tienen límites. Nosotros sí.
El terror en el cuerpo
Las oradoras del acto son Taty Almeida y Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora), Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) y Lita Boitano (Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas). En un comunicado leído en conjunto repudiaron el fallo, criticaron a cada uno de los jueces y celebraron los tribunales que hasta el momento se han negado a aplicar el beneficio a los genocidas. “Estamos hablando de quienes hicieron desaparecer por segunda vez a Jorge Julio López”, dice Lita Boitano.
En diversos puntos se repartieron 30 mil pañuelos blancos que lxs organizadorxs pidieron usar atados al cuello y levantarlos en alto durante el discurso central. La imagen se congelará en la retina de cada uno de las personas que estuvo en la Plaza.
“Aquí están los 30 mil”, celebra Taty Almedia.
“Aquí estamos, alzando nuestra voz contra el olvido”, dice Estela de Carlotto.
Nora Cortiñas ruge: “30 mil compañeros detenidos desaparecidos”. “¡Presentes!”, grita toda la Plaza y más allá.
Una de las que levanta el puño en alto, con pañuelo blanco en su cuello, es Cecilia Rodriguez, 56 años, quien repite la palabra de este tiempo: “Es tremendo”. Piensa: “Es muy triste lo que hemos vivido. Aquí hay mucha gente de nuestra edad, de nuestra época. Acá estamos todos los que vivimos sabiendo que estaban torturando gente de nuestra generación, que los estaban desapareciendo, que les estaban quitando a sus hijos. Y están los jóvenes, que heredan y defienden todo esto”.
La herencia
Por la calle pasan banderas de CTERA, SUTEBA, Fesprosa, La Garganta Poderosa, Aeronáuticos, CGT, CTA, ATE, UOCRA, SUTBA, SIPREBA, Carta Abierta, FUBA, centros de estudiantes, FIT, AGD-UBA, Unidos y Organizados, CCC, MST, y se pierden hasta el infinito. Son cientos, miles, junto a los puntitos que son personas que colapsan los sistemas públicos de transporte para volver a sus casas. Cantando. Quimelén, 28 años, bailarina y docente, está sentada sobre una estructura en la que es capaz de ver la movilización desde arriba, y dice: “Vine con mi familia pero la perdí”. ¿Por qué vino? “Por que somos una generación que no podemos permitirlo. Esto que estamos viendo, esta movilización, significa nuestra herencia. Yo me puse hoy un pañuelo blanco en la cabeza: es el momento en el que nos toca agarrar la posta”.