En el marco del encuentro “Debate por nuestra niñez” realizado el pasado 31 de marzo en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Roca dialogamos con Claudia Cesaroni, abogada y fundadora del Centro de Estudios en Política Criminal y derechos humanos (Cepoc) e integrante de la Red Argentina No baja.
– ¿Cuál es su participación como Red en este encuentro?
-Fuimos convocados por el Observatorio de Derechos Humanos y por el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes de Roca justamente para venir a traer nuestra posición en contra de la baja de edad de punibilidad y exponer los argumentos públicos que tenemos para fundamentar esta oposición a los intentos del gobierno, otra vez, de meter presos a chicos y chicas desde los 14 años.
Estamos frente a la existencia de un gobierno que recorta garantías constitucionales de todo tipo y despliega una fase represiva muy peligrosa en muchos planos, desde la detención ilegal de Milagro Sala hasta el modo en que las policías actúan en los territorios y en las calles. Se plantea la criminalización de la protesta social, se empieza a plantear un discurso que tiene que ver con “nosotros vamos a reprimir y si hay algún muerto, banquensela…” ese es el discurso de la ministra de seguridad.
En ese contexto, desde un punto de vista puramente demagógico el gobierno supone que este tipo de medidas les puede significar algún apoyo popular porque hay una parte de la sociedad que está de acuerdo con esa mirada punitiva. Lo enmarco dentro de un intento demagógico de conseguir votos en un año electoral.
– ¿Qué posiciones te parece hay frente a este debate dentro del kirchnerismo?
– Este es un tema que divide aguas. Lo que yo resalté en mi intervención es que cuando hubo un voto casi por unanimidad en el Senado de un proyecto de baja de edad de punibilidad y ese proyecto llegó a Diputados -con la participación activa del Frente para la Victoria (FpV) – se frenó. Es evidente que al interior del propio kirchnerismo esto generaba discusiones y no había una posición común, circulan videos de Cristina y Néstor con una posición con la que yo obviamente no estoy de acuerdo.
La realidad, que es la única verdad, indica que no se avanzó en la baja de edad. Por supuesto hubiéramos preferido que se derogara el régimen de la dictadura y se estableciera un nuevo régimen penal juvenil respetuoso de los derechos de los pibes y las pibas sin baja de edad. No dio para llegar a eso, pero por lo menos el piso que tenemos es que todavía no se bajó la baja de edad de punibilidad. Yo espero que podamos construir alianzas, dentro y fuera del FpV, me parece que hay que hacer un trabajo uno a uno y no dar por perdida esta batalla.
– ¿Cuáles son los puntos más fuertes de esta lucha?
Nosotros pensamos que la baja de edad de punibilidad no resuelve nada, que confunde y mezcla la discusión y que hay cosas que podemos hacer con los pibes que están en situaciones delictivas sin pasar por el sistema penal. Eso hay que explicarlo porque es más fácil la situación punitiva, el decir “el pibe que comete un delito es como un adulto, tiene que ir preso” que explicar procesos que son más complejos, más difíciles, que implican plata. Están queriendo incorporar más personal, más edificios para pibes más chicos y no son capaces de sostener lo que ya hay, de aplicar las leyes que ya existen, de garantizar recursos para las áreas de protección de derechos. Todo eso hay que explicarlo.
Suceden tantas cosas graves diariamente que tienen que ver con recortes de derechos, limitación de garantías constitucionales como por ejemplo el derecho de huelga, que nos vamos olvidando. En lo cotidiano hay una cantidad de políticas de corte punitivo y represivo que evidentemente marcan lo que es un gobierno cada vez más autoritario. A la baja yo la veo en esa dirección, como parte de esa política regresiva en las políticas de derechos humanos.
Esto es absolutamente una batalla cultural. El ejemplo de la Universidad del Comahue es muy importante, es la primera y única hasta el momento que ha dictado una resolución en contra de la baja. Tenemos que ir a todos los lugares donde nos inviten para explicar el porqué nos oponemos a la baja, que no es un tema de que somos buenos ni caritativos, no es una cosa de “pobrecitos los nenes”.
Por Alejandro Palmas y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen