La totalidad de los miembros del Consejo Asesor del Fondo Editorial Rionegrino presentaron su renuncia ante el organismo el pasado 4 de abril del 2017 fundando sus razones en “la imposibilidad de ejercer su función como representantes por los escritores, la Universidad Nacional del Comahue y la Comisión de Cultura de la Legislatura de la provincia”.
Las razones de la renuncia apuntan a “haber sido desoídos como consejeros achacando al Director Daniel Welschinger la irresponsabilidad de gestionar en forma inconsulta. Del relato que surge de los hechos, los Consejeros enumeran el inconsistente e improvisado plan editorial que desarrolla el FER, la poca impotancia que el Director ha dado a la experiencia y pericia del Consejo Asesor , la inconsulta designación de jurados para los concursos convocados, el lanzamiento y publicación de libros en el marco de colecciones sin llamado a concurso, entre otros”.
Según explicaron mediante una nota que enviaron a los medios de comunicación “de éste modo, el Fondo Editorial Rionegrino funcionará, una vez más y como lo ha hecho durante toda su vida institucional, por fuera de los requisitos legales y el espíritu manifestado por el legislador por Ley 1869 y modificatorias, donde se prevé transparencia, representatividad y participación”.