El pasado sábado 27 de agosto, marchamos pasadas las tres de la tarde y bajo una lluvia permanente, distintas organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos que agrupamos frente al Congreso y nos movilizamos hasta las inmediaciones de la Plaza de Mayo, donde se realizó un acto para concluir la jornada.
Las compañeras Inés Alderete –mamá de Marcos Acuña- y Emilia Vasallo –mamá de Pablo Alcorta- leyeron un documento que partía de la iniciativa de los distintos familiares de categorizar el 27 de agosto como día de lucha contra el gatillo fácil en todo el país. Antes del cierre, distintos familiares de víctimas también hicieron uso de la palabra y remarcaron la necesidad de luchar no sólo por una sentencia, sino también por la conciencia. La jornada se replicó en varios lugares del país, denunciando al Estado como impulsor y garante de la criminalidad policial.
Desde hace 25 años, desde CORREPI venimos denunciando que la represión policial atraviesa la realidad en todo el territorio nacional, con un saldo de un pibe o una piba muertos cada 28 horas a causa del gatillo fácil, según indican nuestras estadísticas. Por eso es que para nosotros y nosotras, la movilización, a pesar de la lluvia incesante no podía ser menos que una cita de honor. Porque como demuestra nuestro Archivo de Casos, a lo largo y ancho del país, desde 1983 hasta la actualidad, hubo más de 4.900 casos de pibes y pibas asesinados por el aparato represivo del Estado.
Por ellos, por los y las que ya no están y por los y las que estamos, decimos:
¡Basta de gatillo fácil! ¡Ni un pibe ni una piba menos, ni una bala más!
Por CORREPI