Entre mediados de julio y agosto, la Línea Sur de Río Negro fue sorprendida por un fuerte temporal climático que dejó la zona durante más de 20 días cubierta de nieve y afectó gravemente a los pobladores. ¿Cómo está hoy la situación que ya se retiró la nieve?
Las características del temporal fueron eventos intensos de nieve con temperaturas bajo cero que produjeron fuertes impactos en toda la zona, principalmente en la actividad agropecuaria. La acumulación de nieve fue desde 50 cm hasta 1 m lo que provocó el aislamiento de muchos habitantes.
Actualmente, las condiciones han mejorado, la nieve se retiró pero los caminos quedaron en un estado de difícil transitabilidad. El Ingeniero Agrónomo Daniel Castillo, del área de Desarrollo Rural del INTA Bariloche, le comentó a Al Margen que uno de los principales problemas de las nevadas fue que los animales de los productores locales sufrieron la falta de alimentación. “Hay zonas donde las ovejas y las chivas pasaron un mes atrapadas en la nieve lo que ocasionó su muerte y las que no, se las ve muy delgadas”, relató Castillo.
En esta época las chivas están preñadas por eso es muy importante que dispongan de forraje. Si esto no sucede, las necesidades nutricionales no se cubren, lo que pasó aquí, y que finalmente produjo que un 20 % del ganado caprino aborte. Eso ocurrió con las chivas. Las ovejas en cambio no abortan pero están muy delgadas y si no se las ayuda con alimento de acá a la parición lo que va a pasar es que los corderos van a nacer pero no van a sobrevivir.
Daniel Castillo explicó que la fecha de parición de estos animales es desde principio de octubre hasta los primeros días de noviembre, con lo cual en un mes se podría revertir la situación. “Para esto es importante que el Estado intervenga ayudando a los productores. Hay políticas de post emergencia en los cuales se encuentran entregando alimento pero se complica llegar a los campos donde hubo 1 m de nieve, que son grandes barriales ahora”.
Estas situaciones se las puede anticipar y prever para que los productores dispongan de alimento suficiente para mantener a los animales hasta que las condiciones mejoren. Pero el momento de ayudar es ahora. Castillo tiene una mirada positiva sobre la capacidad de los pobladores, pero admite que es necesario contar con una participación más activa del Estado: “Por suerte la gente que vive ahí sabe cómo manejar estas situaciones, están acostumbrados y pueden sobrevivir sin problema. La situación más difícil puede ser no tener leña o alimentos básicos.”.
“Lo bueno es que con todo el agua acumulada se prevé una buena primavera donde los campos van a andar muy bien”, concluyó el técnico de INTA, refiriéndose al sistema productivo.
Por Carolina Michel
Equipo de comunicación Popular Colectivo al Margen