FAMILIAS SOLIDARIAS.
Acoger significa recibir o admitir a otra persona en tu casa con el fin de tenerla como invitada, ayudarla o protegerla. Ese es el objetivo del Acogimiento Familiar, un término poco conocido en nuestro país y una práctica menos usada aun. Y, tal cual lo indica la acepción del término, esa persona que se aloja en tu casa es un invitado/a y, algún día, se va a ir. ¿Qué ocurre cuando esos invitados o invitadas son niños o niñas? ¿Qué ocurre con las familias que los recibieron? ¿Qué sucede con esos niñ@s? La pregunta crucial sería, ¿Por qué hay familias que reciben a niños, niñas o adolescentes en sus casas, como invitados?
Se habla de vivir en familia y en comunidad como un Derecho, considerando que la falta de políticas en ese sentido constituyen violencia político- institucional y social que vulneran a miles de niñas, niños y adolescentes en América Latina. La RELAF, Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar, promueve y apoya las estrategias de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, respecto de la restauración de ese derecho: a la Convivencia Familiar y Comunitaria.
En nuestro país ya existen organismos que trabajan con ese fin, y en nuestra ciudad también. En estos casos, es el Estado el que considera hacerse cargo de restaurar ese Derecho, el de vivir en familia, pero el Estado no lo hace solo, recibe el apoyo de voluntarios que se constituyen en Familias Solidarias.
Sumemos familias a sus vidas.
“Lo que hacemos nosotras es evaluar a las familias que vienen a postularse, a ofrecerse para ser Familia Solidaria. Se les hace una evaluación social y una psicológica. Hay una serie de requisitos, y el más importante es que esas familias que se postulan no estén inscriptas en el listado de adoptantes, por la transitoriedad de la medida”, cuenta la trabajadora social Maia Richards.
Ella y Natalia Fratti, psicóloga son el Equipo Técnico de Familias Solidarias. Este Programa está dentro de otro que se llama de Fortalecimiento Familiar que depende del Ministerio de Desarrollo Social. Hace dos años que trabajan en Bariloche interviniendo en casos donde es primordial sacar al niño, niña o adolescente de su familia de origen.
Maia aclara que “cuando hay alguna situación que amerita que los chic@s no puedan estar más con sus padres, con su familia de origen, se hace una medida excepcional y el Estado se hace cargo de ell@s hasta que se resuelva la situación”.
_Natalia: Son situaciones extremas, y los que trabajan en eso son los Equipos de Territorio del Ministerio, quienes están en los barrios detectando situaciones en las que pueda haber riesgo. Estos equipos trabajan con las familias, pero si los niñ@s corren riesgos, toman la medida excepcional y ahí piden Familias Solidarias. De esta manera se busca evitar ingreso al Caina.
El Estado de hace cargo formando Familias Solidarias que alojen a esos niñ@s mientras los Equipos de Territorio trabajan con su familia de origen para revertir su situación de violencia y el niñ@ pueda volver allí.
_A.M.: ¿Sigue siendo mejor incentivar este tipo de Programas que fortalecer Instituciones como el Caina?
_Natalia: las dos cosas, porque hay situaciones que ameritan que un niño necesite estar cuidado algún tiempo en una Institución y después vaya con una Familia Solidaria. Es caso por caso.
_Maia: nosotras hacemos una evaluación y vemos qué chic@, según qué situaciones, puede ir con una Familia Solidaria o tendría que estar en Caina, por el contexto familiar de origen. La Familia Solidaria nos transmite su temor de encontrar al padre o madre de ese niño o niña que está alojando y no saber qué hacer en esos casos. Por eso evaluamos las situaciones, que no tienen que ver con el niñ@, sino con la situación que le toca vivir. No nos ha pasado, pero cuidamos que esas situaciones no se den.
Trabajan con chicos y chicas de todas las edades hasta los 18 años, aunque, como indica la psicóloga, “es más difícil conseguir familias que alojen adolescentes, porque por lo general hay mucho más temor”.
_A.M.: ¿Y se acercan Familias?
_Natalia: Sí, aunque es difícil la convocatoria. Hay muchos miedos, la gente se imagina que muchas veces tiene que ver con conflictos con la ley, pero no, en realidad son chic@s que están en riesgo y se los retira de la familia justamente porque están siendo víctimas de esa situación de violencia, o de alcoholismo y abandono, etc. Y el tema de la transitoriedad de la medida hace que no se acerquen, porque hay mucha gente que dice no poder alojar a alguien por un tiempo y que después se lo lleven. Y sí, esa parte es muy difícil. Pero es la idea fundamental del Programa, que seamos un puente, desde el principio se trabaja el fin, es decir, que ese chico pueda volver con su familia de origen o sino que vaya con una familia adoptiva. Pero la de Familias Solidarias no va a ser la familia con la que se va a quedar.
_A.M.: ¿Qué cantidad de familias están participando?
_Natalia: alrededor de quince. Y no son suficientes, se necesitan muchas más.
_Maia: sobre todo “de emergencia”, porque a veces se necesita retirar a niñ@s de sus domicilios por fuera de nuestro horario de trabajo y para esos casos necesitamos Familias de Emergencia, que puedan alojar a un niño, niña o adolescente inmediatamente. Hay poquitas. Son familias que tienen que estar dispuestas a que las llames en cualquier momento y pedirle si le podemos llevar a un niño@. En el momento del caos hay que sacar al chico de ahí y que esté contenido, y después pasan dos o tres días y algún familiar se entera que ocurrió esto y aparece a ver dónde está ese niñ@ y por lo general después se va con el familiar cercano.
_Natalia: trabajamos con Familias de Emergencia y Familias de Permanencia. Primero se busca en la familia extensa (familiar cercano), si no hay, pasa a una Familia de Permanencia y si no hay, va al Caina. Así buscamos que la última instancia sea la de la Institución, con el agravante que no hay Caina para adolescentes varones. La idea de Familias Solidarias es que el chico pueda estar contenido de otro modo, pueda tener una mirada exclusiva, se pueda pensar en él o ella como un integrante más de esa familia.
_A.M.: ¿Existen beneficios para esas Familias Solidarias?
_Natalia: Acompañamiento y talleres, trabajamos diferentes temáticas como resolución de conflictos, el desapego, conductas sexualizadas, entre los emergentes que aparecen.
_Maia: Hay una cuestión que creemos que genera cierto resguardo en la gente porque es raro que el Estado busque voluntarios, no se paga a las Familias Solidarias. En otras ciudades se daba a las familias una ayuda económica, pero ahí está mezclada la ayuda monetaria con el deseo de alojar a un niñ@ de forma desinteresada. Se ayuda a la familia en otras cosas: por ejemplo conseguir pañales, ropa, siempre trabajando con otras instituciones como el Hospital o la Fundación Sí de Bariloche.
_Natalia: no hay ingreso mensual para la Familia Solidaria, no se si estaría mal, pero sí es cierto que en algunas situaciones podría mezclarse una cosa con otra. Pero las Familias que vienen acá, vienen sin esperar nada, y lo saben.
_A.M.: ¿Cómo buscan Familias Solidarias?
_Natalia: yendo a los medios, poniendo carteles por todos lados, por lo general han llegado por el boca a boca.
_A.M. ¿Han tenido experiencias favorables?
_Natalia: no hemos tenido situaciones en las que los niños, niñas o adolescentes hayan podido volver con su familia de origen, en algunos casos se van con familia extensa (un tío o tía). Pero por lo general, van para adopción. A partir de la modificación del Código Civil, se establece un plazo de 180 días para trabajar con las familias, mientras al menor lo cuida una Familia Solidaria, ese plazo se puede extender a 180 días más. Si en ese tiempo no se revierte la situación, no hay mejora o indicio de mejora, se pide el estado de adoptabilidad.
_A.M.: ¿Y cuál es la situación con las adopciones?
_Natalia: se supone que con el cambio del Código se debería agilizar el trámite de adopción. El tema es cómo se interpreta eso y qué se hace. Se han agilizado algunos pasos.
_Maia: en Bariloche, el mayor conflicto es que no hay un equipo en el Juzgado de Familia que se ocupe de adopciones, entonces el trámite lo sigue quien le toque ese día. Y sí, hay familias que están inscriptas hace 16 años. Con el cambio del Código se ha favorecido en los tiempos, porque antes estaban los chic@s separados de sus familias de origen esperando en Caina porque no había un plazo para decidir qué hacer con ell@s, y las familias adoptivas esperando que algún día algún bebé se de en adopción. A raíz de la modificación del Código Civil, en un plazo de un año como máximo, el Estado debe dar en adopción a aquellos niñ@s que no pueden volver con su familia de origen.
_Natalia: Lleva un tiempo paulatino de formación ser una Familia Solidaria, se requiere que todos los miembros de la familia deseen voluntariamente participar de la experiencia, que la familia no lo haga con la intención de adoptar y que acepte ser sometida a evaluaciones psico- sociales y de salud física y emocional. Se ven los resultados gratificantes en aquellos niñ@s que han sido cuidados por Familias Solidarias, es como ir dejando huellas, hacer otras marcas, para que el día que se tengan que ir tengan algo más y otras cosas que es bueno que puedan dejarlas porque tienen que ver con su situación de abandono, de exposición a la violencia.
La propuesta nos interpela desde prácticas culturales poco habituales para nosotros, hasta cuestiones que tienen que ver con valores profundos: dar desinteresadamente, dejar ir, soltar, amar a un desconocid@ y cuidarl@, alojarlo en tu casa como si fuera parte de tu familia. Y, por otro lado, nos debería hacer reflexionar respecto a cuál es la situación que están viviendo nuestros niños, niñas y adolescentes, qué está ocurriendo con la infancia, por qué está en constante estado de vulnerabilidad y qué estamos haciendo, como Sociedad, al respecto.
RECUADRO: PARA MÁS INFORMACIÓN.
youtube: “Una historia sin fin”, de la Fundación Margenes y Vínculos, sobre acogimiento familiar.
Delegación Zona Andina Bariloche: Moreno 1435. Teléfono: 02944-428617. E-mail: fliassolidariasbche@gmail.com