13 Jul, 2016 –
Encuentro por el Día de la Cooperación en Bariloche. El sábado 2 de Julio se realizó en el Gimnasio municipal n°1 esta actividad que aglutinó a la gran mayoría de las cooperativas de trabajo, producción, vivienda, comercialización, consumo y servicios públicos de la ciudad.
La movida, impulsada por la Cámara de Cooperativas de Bariloche, contó con el apoyo y participación de la Delegación Andina de la Dirección de Cooperativas y Mutuales, la Cooperativa de Electricidad de Bariloche (CEB), la Federación de Cooperativas de Río Negro y la Subsecretaría de Desarrollo Local del municipio. El poder de actuar para un futuro sostenible fue el lema de la convocatoria. Cooperativistas de diferentes edades, géneros, promovidxs por visibilizar y comercializar parte de sus producciones, ofrecer sus servicios, aportar al fortalecimiento del movimiento cooperativo, dieron vida a la jornada, en el marco de una manifestación genuina de la cultura popular barilochense. Grupos de danza, música, buffet accesible, brindaron color y calor a la tarde.
Un día antes, un interrogante recorre la asamblea de la Cooperativa de Trabajo LABURAR (Ligados a Buenas Utopías Resistimos a Resignarnos), y se pone de manifiesto en las voces de los compañeros… “¿Para qué ir? ¿Con qué objetivos?¿Un sábado a las 8 de la mañana??. Esta, como otras 13 cooperativas de trabajo, están incluidas en el Programa Capacitación con Obra, gestionado en este caso por la CEB como Unidad Ejecutora, que tiene continuidad como política del Ministerio de Desarrollo Social de la gestión Cambiemos. Quizás para evitar pagar así el altísimo costo político que tendría ajustar esta política pública de inclusión social. ¿Qué es lo que promueve para participar??
Un análisis de contexto apurado, señalaría la necesidad de mejorar los ingresos de lxs asociadxs, la urgencia de comercializar producción en este escenario de devaluación, ajuste, inflación, recesión. Visibilizar el trabajo cooperativo, ponderar el aporte del sector a la generación de trabajo genuino. En lo que además, en el orden local, parece ser una temporada invernal poco prometedora. Los sectores populares barilochenses lo saben bien, la hipótesis del derrame no funciona. La copa del turismo no derrama más que algunos puestos de trabajo, temporarios y precarios.
Dar cuenta sólo de esta dimensión material como motor de diversas prácticas sociales, dejaría de lado la dimensión simbólica, inescindible de toda praxis. En este sentido, no se puede dejar de señalar la motivación política ideológica, la creencia en el cooperativismo como herramienta organizativa que trasciende la individualidad en la resolución colectiva de las necesidades a satisfacer para vivir dignamente.
Ahora, ¿es posible caracterizar al sujeto social cooperativo local como un movimiento? ¿Un agente de cambio de sus condiciones sociales, culturales y políticas de existencia?? ¿Es un sujeto transformador o es un producto de políticas que crearon cooperativas de arriba hacia abajo?? ¿Cómo crear en estas condiciones el hombre (y mujer) nuevos??
Políticas de fortalecimiento al sector.
Uno de los aspectos más importantes del encuentro para el movimiento cooperativo, fue el planteo de referentes de la Cámara de Cooperativas, de la necesidad de políticas locales de fortalecimiento al sector. En concreto se mencionaron como propuestas la elaboración de un proyecto de ordenanza que establezca el “compre cooperativo”, es decir que el Estado municipal se vea obligado a comprar producción al sector cooperativo, para la provisión y reposición de mobiliario e infraestructura institucional de jurisdicción municipal. Por otro lado, la solicitud de destinar un porcentaje de la obra pública local, a las cooperativas que brindan servicios para la construcción, a través de contratación directa.
Si bien la provincia ya posee legislación que destina un porcentaje de obra pública para cooperativas, y también se menciona en la Carta Orgánica local, son escasas las obras destinadas en la ciudad a estas organizaciones. Quizás porque el municipio también es Ente Ejecutor del Programa Argentina Trabaja, y gestiona actividades y obras para 12 cooperativas creadas luego de la erupción del Caulle Puyehue, allá por el invierno del 2011, y que siguen funcionando. Pero estas obras son realizadas, o deberían serlo, con recursos provenientes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de diferentes módulos de obras conveniados. Es decir el municipio gestiona y administra, pero no aporta recursos propios ni define políticas locales.
Quizás también porque en muchos casos las organizaciones no han podido desarrollar capacidades de gestión administrativa, jurídica, contable, impositiva. Requisitos estos indispensables para funcionar como proveedores de servicios del Estado. A veces por la dificultad para desarrollar capacidades de gestión cuando apenas se logra gestionar trabajo para comer. A veces por las pocas oportunidades planteadas para capacitarse en las mismas. A veces porque la dinámica del trabajo predominante es la relación de dependencia, que segmenta el proceso de organización laboral, y deja en manos de gerentes y ejecutivos las tareas de gestión y administración de las empresas. Y cuesta, y mucho que lxs obreros se hagan cargo de estas.
He aquí uno de los mayores desafíos para el movimiento, el empoderamiento de lxs asociadxs en las tareas de gestión, de formación técnica, política, y en doctrina cooperativa. Más aún en una coyuntura de presión fiscal y jurídica sobre las cooperativas, y la dificultad en la autogestión de trabajo en este contexto de recesión y ajuste.
Recesión económica y reflujo
Durante la mañana de ese día sábado, un panel compuesto por la referente de la Comisión de Asociados del Banco Credicoop, Dora Vai, el economista y coordinador del área de Economía y Desarrollo Regional del Centro de Estudios Patagonia, Claudio Scaletta, y el sociólogo docente de la UNRN, Tomás Guevara, referente también de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) de Bariloche, configuró una caracterización del estado de la cuestión del movimiento cooperativo, del perfil y desarrollo de las unidades productivas de la economía popular que lo componen, en el marco de las políticas económicas implementadas durante los primeros 6 meses de la gestión Macri.
El diagnóstico es claro, y no augura un futuro de pobreza cero. Se produjo una transferencia millonaria de recursos del sector del trabajo a las corporaciones agrarias, a las empresas que dominan la extracción de gas y petróleo, y al sector financiero. Solo el movimiento obrero organizado y unificado, movilizado en la calle, puede revertir esta crítica situación de reflujo neoliberal. El movimiento cooperativo tiene por delante el desafío de organizarse y fortalecerse como herramienta organizativa de la masa crítica de trabajadorxs cooperativistas, e interpelar la lógica clientelar y asistencial que aún predomina en la construcción de cooperativas construidas “desde arriba”. Las que muchas veces no logran deconstruir la precariedad laboral sino van más allá de la dinámica del “programa” y no trascienden la informalidad de ciertas prácticas, no abordan la formación cooperativa, no logran fortalecer la construcción vincular de la organización en base a los principios de solidaridad, ayuda mutua, compañerismo, ejerciendo derechos y responsabilidades.
Una ética de la moral colectiva, del bien común, del respeto al desarrollo subjetivo en el horizonte de la construcción cooperativa como interpelación del mérito individual.
Por eso también, una mención aparte merece la situación de intento de censura y agravios cometidos por el designado director de Radio Nacional Bariloche (RNB), el periodista Fernando Dalvit. Insultos a los panelistas para callarlos y cortarlos, maltrato a la referente de la Red PAR (Periodistas Argentinos en Red por una comunicación no sexista), paradójicamente luego de una charla sobre violencia de género. Todo para argumentar que el encuentro no se trataba de un “acto político”. Como si fuera posible escindir todo acto reivindicativo del movimiento cooperativo de su dimensión política, del acto político de demandar al estado políticas públicas.
No se comprende bien quién habrá realizado la invitación al nuevo director de RNB para conducir el encuentro, o si es que es referente del movimiento cooperativo. Aún de ser así es repudiable su actitud. Una muestra del vaciamiento ideológico que se viene en la radio pública. Un caso paradigmático de lo que no debe ser más, para que se multiplique una ética cooperativa.
Por Marcelo Viñuela
Equipo de Comunicación Popular al Margen