EDITORIAL REVISTA AL MARGEN Nro. 75.
Con esos ojitos claros como el cielo del verano pasado miraste a la cámara y nos hablaste de unidad, de amor, de revolución, de cambios. Y después fuimos a la tanda publicitaria.
Con tus aliados políticos, (pero sin ser llamado Alianza por tus socios mediáticos, porque esa palabrita quedaba mal y nos remite a otra época vivida) criticaste lo que estaba mal, lo que faltaba, las incongruencias del pasado Gobierno, y bastantes otras cosas más. Algunas con razón, otras sin propuestas y muchas con saña oportunista.
Y te tocó jugar las cartas. La primera visita que recibiste fue a las víctimas de terrorismo de estado. En los primeros días levantaste el cepo al dólar, aunque no te importó mucho lo que venía después: la suba en todos los rubros por ascensor, mientras que los sueldos ascienden por escalera y nunca los alcanzan. Los precios se sinceraron pero los hechos también. Un neoliberalismo de manual. Ya sabemos que cuando el propio FMI aplaude tus medidas, hay algo que huele definitivamente mal. Y atrae a los buitres y otros carroñeros.
¿Te acordás cuando decían que TN podía desaparecer por los arrebatos del anterior gobierno a la libertad de expresión? Ahora que no tenés en las programaciones centrales opiniones disidentes, son pocos los que te critican. Si hasta pusiste un programa de poesía en hora pico de la radio pública. Entonces no les renovaste contrato a periodistas por ser tu oposición, pero tampoco a laburantes de diferentes instituciones a quienes tildaste de “ñoquis”, “camporistas”, “narcos”, “vagos” “cobradores de planes”. Pero tenes que recordar que los que no te votamos somos el 49 % del país, algo más que 12 millones de argentinos.
Nos dijiste que hacías joga y que tenías un perro llamado Balcarse. También conocimos los vestidos de tu mujer. Y nos clavaste como una daga casi 30 decretos en donde la única necesidad y urgencia la tenías vos para devolverle los favores a los dueños de la tierra, a los apellidos de siempre. ¿Y el diálogo? ¿Y la soberbia que criticabas semanas atrás?
Te vimos bailar arriba del escenario y con una mano movías la vara que aumentaba un 350 % la electricidad en pleno verano, el gas en el invierno y el combustible una vez por mes. Pero con la otra, les bajabas las retenciones a la soja y regalabas nuestro suelo a las mineras para, como según sostuviste “que existan reglas justas”. ¿Qué hubieras dicho si lo hacía tu oposición?.
Presentaste a tu equipo con metáforas futboleras hablando de diálogo y resultaron en su gran mayoría directores de empresas, (descubrimos la palabra CEO”s), quien quedaron a cargo de Ministerios o secretarías en donde juegan el mismo partido y disputan fondos con sus propias empresas a las cuales se tomaron licencias. ¿Eso no es raro o es que de golpe descubrieron su vocación de servicio al prójimo?
Te conocimos en materia de política internacional yendo a buscar préstamos a Davos, a mirar más al Pacífico que al Mercosur, y les pagaste todito y algo mas en cash usando buena parte de nuestras reservas a esas aves de carroña llamados Buitres que consiguieron con este gobierno lo que no pudieron con el anterior.
Gritaste por el uso sin manipulaciones del INDEC a la anterior gestión y vos no pudiste hacer una sola medición durante meses. ¿No pudiste o no quisiste?, porque si es lo segundo es porque ya sabías que es lo que se venía. Ahora el Indec no mide mal, directamente no mide ni siquiera los productos alimentarios básicos. Las explicaciones son de lo más bizarras.
De aquel 10 de diciembre en que asumiste, (también por medio de DNU) no trascurrió ni medio año, pero parece que pasó una década y no precisamente una ganada, ni siquiera empatada.
Cambiamos. Brindemos con vinagre.
Por Equipo de Comunicacion Popular Al Margen