A Jornadas de conmemorarse un nuevo día del trabajador, tomamos perspectiva de la coyuntura laboral actual y analizamos, qué cuestiones han cambiado este 2016, cuáles se han mantenido y qué objetivos tienen para este año que promete ser intenso
Cuando era chico mis viejos me decían siempre que el trabajo dignificaba. Que laburar formaba a la persona, sin importar dónde y cuándo lo haga. No sé si hoy pensarán lo mismo viendo las condiciones de precarización en la que se encuentran muchos, la fragilidad contractual con la que se mantienen durante años sin ser jamás efectivizados con todos los derechos laborales, conviviendo con la amenaza anual que no le renueven sus contratos.
Si hasta el mismo día en que el gobierno le pagó una buena parte de sus reservas a los fondos buitres, el ministro de Trabajo Jorge Triaca se pronunció en contra y criticó los proyectos de ley que se discuten en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados para frenar los despidos y fijar la doble indemnización, y aseguró que “este Gobierno”, que en los últimos cuatro meses despidió a más de 11 mil trabajadores estatales, “está haciendo todos los esfuerzos para sostener el nivel de empleo”.
Al respecto sobre el día del Trabajador, el historiador Felipe Pigna, recapitula que: “En nuestro país cada primero de mayo nuestros trabajadores tomaron las calles desafiando al poder, recordándole que existían y que no se resignarían a ser una parte del engranaje productivo. La lucha logró la reducción de la jornada laboral, las leyes sociales y la dignificación del trabajador. El poder se sintió afectado y en cada contraofensiva cívico-militar como las del 55; 62; 66; 76 y 89 (esta vez a través del voto), pretendieron –y en ocasiones lo lograron-, arrasar con las históricas conquistas del movimiento obrero”.
Este 2016 parece ser un año como esos. El contexto no ayuda. Mientras se pelean entre funcionarios del gobierno saliente y el actual a ver cuál choreó menos o de forma más sutil, políticos elegidos y votados por el pueblo se cambian de camiseta, de color y de partido como si fueran futbolistas.”Ahora puedo decidir, me dejan pensar”, dicen como si fuera una parodia. Mientras la tele nos muestra su verdad mirada por un solo ojo, y oculta la mitad de una misma escena y a los intereses de siempre, la cantidad de pobres crece como nuestros pibes: rápido y sin darnos cuenta.
Esa gente (los pobres que mal que le pese a nuestra señora vicepresidenta son gente normal y componen un gran porcentaje de este territorio) pueden ser frías estadísticas o pueden ser razón suficiente para que los gobernantes de todo tipo y color se dejen de romper las pelotas, dejen de hacer marketing y se pongan a buscarle alguna mejora a la calidad de vida de nuestro pueblo,(sea en Jujuy, Valcheta o Virgen Misionera), que en estos últimos 6 meses ha sido aporreado desde todos lados. Y si todavía tolera estos desmanejos, nadie (ni siquiera cada uno de nosotros) sabe hasta cuándo. Ni tampoco cuál va a ser la chispa que encienda una hoguera de reclamos sociales pendientes.
UN DÍA COMO HOY
El 1 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Trabajador en homenaje a los llamados Mártires de Chicago, grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886. Ese mismo año, la Noble Order of the Knights of Labor, una organización de trabajadores, logró que el sector empresarial cediese ante la presión de las huelgas por todo el país. En ese entones el reclamo de los trabajadores era claro: un pedido de reducción de la jornada laboral a 8 horas, cuando lo “normal” era trabajar entre 12 y 16 horas. La protesta, pronto desembocó en una poderosa huelga nacional que afectó a numerosas fábricas de los Estados Unidos. El entonces presidente, Andrew Johnson, promulgó las ocho horas de trabajo diario. Como los empleadores se negaron a acatarla, los trabajadores de la ciudad industrial de Chicago iniciaron una huelga que comenzó con una manifestación de más de 80.000 trabajadores. La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia de todos los trabajadores, instaurándose aquella fecha como el “Día del trabajador”
Exactamente 17 años y dos días después de ese primer día del Trabajador, se fundó un 3 mayo de 1903 nuestra ciudad de Bariloche. Hermosa porción de tierra, repleta de lagos y montañas que atrae a cientos de miles de personas por año, que pasan sus días de vacaciones sea en verano o invierno, sacan sus selfies en cientos de postales de la zona y dejan sus aguinaldos en estas latitudes. Pero esos dividendos no se traducen en mejoras para los hij@s de esta ciudad, ni en trabajos genuinos para ell@s, sino que quedan como pasa en muchos otros lugares, concentrados en pocas manos.
El turismo genera aproximadamente el 40 por ciento del producto bruto anual municipal que ronda los 22.000 millones de pesos (unos 1.300 millones de euros). Ese volumen de dinero se concentra en las pocas manos que manejan este negocio. La pretendida redistribución es escasa. Un regresivo esquema tributario hace el resto: el Estado municipal de Bariloche recaudó en 2015 apenas 350 millones de pesos (20,5 millones de euros) de los más de 22 mil millones de pesos que generó la ciudad *.
No es el clima ideal para ser trabajador (y menos uno estatal) estos tiempos que corren en el calendario, y no precisamente por el invierno que se nos avecina. No son tiempos para festejar. Pero si para descubrir ciertas cuestiones.
Por eso conversamos con Ezequiel Martínez. Él fue elegido por sus compañeros de trabajo afiliados a Ate, como delegado gremial que comprende a la Gerencia de Empleo y la Delegación de Trabajo que abarca un territorio de buena parte de nuestra provincia. Café por medio le consultamos sobre si hubo cambios en su ámbito laboral desde los inicios del 2016. “El cambio fue en todo sentido, multidimensional. A nivel laboral estamos en un parate desde fines del año pasado en casi todos los programas. La nueva gestión nacional se está tomando tiempo para definir normativas, evaluar montos y también volver a evaluar proyectos que ya estaban aprobados del año pasado. A su vez han desarticulado el programa Jóvenes con más y mayor Trabajo que asistía a adolescentes de 18 a 24 años que no habían terminado la primaria o la secundaria”.
“Por otra parte en Bariloche echaron a los trabajadores de ese programa. A su vez la mayor cantidad de programas de la Secretaría de Empleo no están funcionando hace medio año, lo cual es gravísimo. En algunos no están ya disponibles sus trabajadores, en otros no hay presupuesto y en otros no está la voluntad políticas de continuar con esas líneas de trabajo, o una conjunción de esas tres variables. La explicación oficial que tenemos es que están evaluando las normativas en un período de redefinición de los programas”.
EL ZORRO EN EL GALLINERO
Dentro del Ministerio de Trabajo a nivel contractual hubo despidos de trabajadores de asistencia técnica que se dieron de baja a fin del año pasado, y en virtud del decreto 254 que firmó Mauricio Macri a fines del 2015, se crearon comités evaluadores que juzgan el desempeño de los trabajadores desde el 2013 a esta parte. Esa modalidad se llama ley marco y es parecida a una planta temporaria. Esos contratos se han ido renovando si la evaluación de desempeño era positiva, y el resultado de esta evaluación hasta el 31 de marzo dio un saldo de 280 trabajadores despedidos en el Ministerio de Trabajo en todo el país, de los cuales 6 son de Bariloche. A esas evaluaciones de desempeño estos trabajadores no le encuentran sentido ya que “no sabemos qué se evalúa y cuando nos llega el telegrama de fin de renovación de contrato, tampoco se les explica, sino que se dice que es en virtud de ese decreto. Para nosotros son despidos injustificados sin causa alguna”.
Por éste y otros motivos y puntos en común, por primera vez en muchísimo tiempo, los dos gremios unidos, ATE y UPCN hicieron una medida conjunta. ATE en particular viene con medidas de fuerza desde hace varias semanas y con una declaración formal de estado de alerta que suscribieron los dos gremios. La primera medida concreta fue la de un quite de tareas por dos horas. “Hicimos una asamblea al interior de la gerencia y se decidió acompañar el reclamo. Hay una demanda muy fuerte de parte de las bases para que exista unión. Creo que en forma conjunta hay que levantar los 280 despidos y para eso es fundamental la unión, algo que se ha logrado a nivel nacional y en muchas partes del país donde los gremios actuaron juntos”, relata Martínez.
_Tienen una mesa de encuentro con delegados de distintas instituciones nacionales que trabajan en territorio. ¿Con qué objetivos?
_En el sindicato tenemos periódicamente reuniones de delegados de dependencias del estado nacional como Inti, Desarrollo Social, Parques Nacionales, Ministerio de Trabajo y Secretaría de Agricultura Familiar. Esas reuniones sirven además para no sentirse tan solo y hacer diferentes lecturas. Una de las que hemos detectado es que en todos los ministerios del país, los programas que se desarticulan son predeterminados, no librados al azar. Son principalmente programas de contención los que apuntan a una población vulnerable, como por ejemplo Asistir, que brinda asistencia jurídica gratuita a gente de bajos recursos, y que por un lobby que hizo el Colegio de Abogados de la Capital Federal que decía que era competencia desleal para con ellos, son quien finalmente se quedaron con ese programa. Es el zorro en el gallinero, como se dice en jerga popular. Y esos casos abundan en este gobierno, como tener a un gran supermercadista en comercio interior, o a Aranguren siendo al mismo tiempo parte de Shell y Ministro de Energía y Minería. La lista es larga porque es parte de esta política.
Otra lectura conjunta es la proyección es un plan de lucha, con paros nacionales y marchas a nivel municipal, provincial y nacional. El reclamo es la reincorporación de los trabajadores despedidos, pase a planta permanente, fin del impuesto a las ganancias entre otros, ya que tenemos muchos motivos en común entre los gremios.
_Sus carteles dicen NI UN TRABAJADOR MENOS, MÁS POLÍTICAS PÚBLICAS. ¿Cuáles son las políticas públicas que creen que se deberían implementar?
_En lo personal soy partidario de un estado presente, que tienda a equilibrar desequilibrios estructurales, con presencia territorial en la ciudad y en el campo, ya que el ámbito de nuestra gerencia es bien amplio y abarcamos media provincia. Un estado que compense las desigualdades, que tienda a una distribución más igualitaria de los ingresos, porque así como está planteada la redistribución es completamente regresiva donde se enriquecen más a una fracción de los ricos y empobrecen a todos los pobres. Y necesitamos exactamente lo contrario.
_Los grandes medios básicamente interpretan que están puliendo al estado, y que detrás de cada despido hay un ñoqui. ..
_Por empezar en el estado no hay ñoquis sino una inmensa masa de trabajadores precarizados. Nosotros estamos y los gobiernos pasan y siempre apuntamos a la protección de los derechos: trabajo, salud, vivienda, por eso nuestros carteles dicen; soy estatal, mi trabajo son tus derechos.
Al respecto Diego Jaimes, colega de radio Encuentro de Viedma con una enorme trayectoria en los medios comunitarios, en una reciente nota publicada en Página 12 titulada “Lecciones mediáticas sobre el empleo púbico”, denuncia los recursos retóricos que se utilizan para legitimar los despidos de trabajadores del Estado y qué nos dice esto sobre el proyecto de país en curso. ¿Qué comunica este achicamiento del Estado? ¿Qué nos dice sobre el proyecto de país en curso?, ¿cómo lo están haciendo? “Por un lado, utilizan el viejo recurso retórico de tomar “la parte por el todo”, refiriéndose a casos puntuales, de personal poco idóneo y no concursado, para legitimar los miles de despidos de trabajadores que se encontraban cumpliendo tareas en distintas dependencias estatales. Además le agregan una operación de “anudamiento” entre militante y ñoqui, entre agrupación política y foco de corrupción, como si la práctica política fuera en sí misma una actividad deleznable. Y lo más preocupante es que se va configurando un concepto de “Estado” pequeño, mínimo, que debe funcionar con la lógica “eficiente” de una empresa privada”.
La semana pasada el presidente Macri se refirió sobre el tema de empleo en un discurso en Cresta Roja, donde sostuvo que tener trabajo era una “bendición que se da gracias a dios”. Nosotros creemos que son logros conseguidos. Que son derechos que debemos defender y no dejar a merced de la divinidad o de un ser supremo. Son banderas que tenemos que llevar bien alto, mucho más que los globos amarillos, el aleteo de los buitres y los discursos celestiales. Buitres, banderas y globos flamean y sobrevuelan al mismo tiempo nuestro cielo.
*Fuente; Revista Cic
Por Equipo de Comunicacion Popular Colectivo Al Margen