Daniel Marzal es periodista del diario Río Negro y secretario gremial del sindicato de trabajadores de prensa de Bariloche y zona andina (SITRAPREN) . Con él dialogamos en esta entrevista sobre la coyuntura que viven los medios locales, las limitaciones que viven sus trabajadores y las últimas modificaciones en el escenario mediático regional.
_¿Cuáles son algunas características generales de los medios locales y regionales?
_Los medios locales en general son chicos, casi artesanales. Salvo un par de excepciones como el grupo Seis (radio, tevé y sitio web), El Cordillerano y también ahora ANB. Eso no quiere decir que el resto juegue con otras reglas distintas al del emprendimiento comercial. Los medios de organizaciones comunitarias y sin fines de lucro son la absoluta excepción. Si uno recorre el mapa de radios y también de periódicos digitales sólo encuentra algunos “grandes” medios y otros muchos que aspiran a serlo.
A nivel regional la presencia más visible es la del diario Río Negro, que tiene el peso de su historia y su indudable poder económico. Acapara una parte importante de la inversión en publicidad que circula en Río Negro y Neuquén, al menos en el segmento gráfico. Tradicionalmente ha funcionado como un actor político más y desde un perfil que se podría definir como liberal en lo político y conservador en lo económico.
También deben ser consideradas las radios que reproducen programación nacional (en abierta violación a la ley de Medios), incluida la propia Radio Pública, que tiene contenidos locales acotados.
_¿Cuáles son los principales problemas contractuales que tienen sus trabajadores de prensa?
_En su gran mayoría los trabajadores de prensa están precarizados y no ganan salarios que les permitan vivir enteramente de la profesión. Los medios gráficos más grandes sí pagan salarios en blanco y encuadrados en el convenio colectivo que corresponde (el 541/08), aunque con algunos atajos que en la práctica también significan recorte de derechos. Alrededor hay un mar de pequeños medios que explotan trabajadores con salarios miserables, aprovechándose de su interés por abrirse camino en el periodismo. Confunden vocación con trabajo voluntario. A la presión sindical suelen responder que no pueden pagar lo que marca el convenio y si se les impone ese camino “tienen que cerrar”. Lo más penoso es que algunos se escudan en la libertad de prensa y se disfrazan de medios alternativos o comunitarios cuando son simples quioscos de quienes encontraron una veta más rentable que, por ejemplo, poner una despensa o una gomería.
_¿Qué cambios hubo en el último año respecto a compras, ventas y concentración de medios locales?
_En el último año los cambios más notorios son los de la agencia de noticias Bariloche (ANB) y El Cordillerano. En ANB, su dueño y fundador Santiago Rey le vendió la empresa a la transportista Vía Bariloche, también concesionaria del cerro Catedral, que ya montó un sitio similar en Roca con la idea de establecer una red regional. El Cordillerano fue vendido por Donald Thomas al grupo Unión, originario de Rosario, que se hizo fuerte en el mercado financiero y compró hace un par de años una importante emisora AM de esa ciudad al grupo Vila Manzano.
El grupo Unión mejoró los sueldos en el diario, incorporó nuevos empleados y tiene el proyecto de constituir un multimedios local, con el relanzamiento de la radio FM Tribuna, un mayor desarrollo de El Cordillerano on line (que hasta hace estaba casi inactivo) y la posibilidad de incursionar en televisión digital terrestre, ya que presentó oferta en la licitación abierta tiempo atrás por la Afsca para otorgar una licencia de ese formato en Bariloche.
En la misma licitación participa la Mutual de Empleados de Comercio: otro multimedio en cierne, que ya tiene su radio y su sitio web.
_¿Qué intereses se disputan además de los comerciales?
_No alcanzo a ver qué otros intereses puede haber además de hacer dinero. Si un medio sirve por ejemplo para la proyección política de alguien, es una consecuencia secundaria pero no creo que haya casos en los que esa finalidad esté subordinada a la comercial. Salvo tal vez en Radio Nacional.
En los medios chicos es evidente que hay pequeños “emprendedores” que los montan como medio de vida, seguros de que podrán eludir al fisco más fácilmente con una radio que, por ejemplo, con un hostel o una verdulería.
_¿Son más creíbles los medios o los periodistas locales? ¿Quiénes marcan la agenda a nivel local?
_No me parece que tengan mayor credibilidad que otros. Hay una crisis general en la calidad del periodismo y los medios locales no escapan a la regla.
Los que marcan la agenda según mi criterio son el grupo Seis y El Cordillerano. También ANB y el “Río Negro”, con su portal De Bariloche.
_¿Quiénes son los dueños del Río Negro y sus principales sostenes económicos?
_El diario “Río Negro” sigue en manos de su familia fundadora: los Rajneri-Laría. Aunque en los últimos meses hubo varios cambios en el directorio, que tiene mayor presencia de las “nuevas generaciones”. Históricamente el negocio del grupo no fue únicamente la prensa escrita. En los 80 y 90 consiguió importantes réditos con el desarrollo de la televisión por cable en el Alto Valle y luego también con la producción y exportación frutícola.
_¿Qué rol e intereses tienen la agencias de noticias provinciales y nacionales?
_Las agencias de noticias deberían ser las primeras proveedoras de información, pero hay desde hace unos años un redefinición general del esquema de medios que también las abarca. Si se transforman en meras reproductoras de información que circula también por otros medios (correos electrónicos, facebook, gacetillas, newsletters y tantos más) no sirven demasiado. Para desarrollar material propio hacen falta buenos periodistas y capacidad económica. No abundan.
_¿Algún otro aportar que quieras hacer para clarificar el panorama de medios locales y regionales?.
_Mi expectativa es que cada vez haya más y mejores puestos de trabajo en los medios de prensa, y de un modo u otro la cuestión tiene que ver con la viabilidad económica de los emprendimientos privados y también con el rol que juega el estado para impulsar y fortalecer a la franja “sin fines de lucro”. En ambos casos el panorama no da para ser optimista.
En la región los medios tienen mayor espacio para su sostén económico, pero enfrentan un retroceso general que tiene ver con los cambios en los modos de consumo y la crisis de credibilidad. En lo local el llamado mercado publicitario es demasiado chico para tantos medios. Falta profesionalización y propuestas de calidad. Aunque esto último tampoco garantiza flujo de avisos. Porque el empresario en el fondo no cree en que ese recurso le sirva para mejorar sus ventas. Entonces pone un aviso “para ayudar” o porque es amigo del dueño, o para que no lo jodan más. El peor de los mundos.
Otro problema es el incumplimiento de la ley 26.522, que promueve los medios del llamado tercer sector, municipios, universidades y organizaciones de la comunidad. Hasta ahora, el Estado nacional ha hecho poco y nada. Como ejemplo en Bariloche basta con la frustrante experiencia del canal WallKintun.
Por Sebastian Carapezza – Equipo de Comunicacion Popular Colectivo Al Margen
(fotografia demedios5.com.ar)