A quien le interesa la realidad empresarial de medios y telecomunicaciones lee (tanto como discute) a Martin Becerra. El investigador sostiene en una publicación reciente que “Telefónica y Clarín -los dos actores más relevantes del sector- afrontan retos que no son tan divergentes como sus intereses”. Delínea así otra arista del escenario de las comunicaciones en la gestión macrista que, segun publican hoy medios concentrados, en estos días fusionaría las autoridades de aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Ley “Argentina digital”.
“Pese a sus diferencias de origen de actividad y de que Telefónica es un operador global y Clarín esencialmente actúa en Argentina, los dos grupos hoy coinciden en reclamar cambios normativos sobre leyes promovidas por la expresidenta Cristina Fernández”, arranca el investigador del Conicet, y docente de las universidades nacionales de Quilmes y de Buenos Aires.
En El Estadista, Becerra sostiene que Telefónica reclama que el gobierno le ceda más espectro y que se levante la prohibición para prestar tv satelital para continuar expandiendo su red 4G y mejorar su servicio de redes. Así cuestiona dos leyes: “soberanía satelital” (aprobada en noviembre de 2015) que reserva espectro para la estatal ARSat, y la ley de telecomunicaciones y TIC “Argentina Digital” (diciembre de 2014), que autorizó el ingreso de las telefónicas a la tv pero les impide la explotación de tv satelital.
Por su parte, el docente universitario indica que “Clarín tramita el final de su guerra contra el Ejecutivo sin que sus ingresos hayan sufrido daños (al contrario) pero con esquirlas adheridas su prestigio periodístico, afectado por la contienda”. El Grupo, dice el autor, pretende blindar su dominio en la tv por cable a través de Cablevisión (que es la unidad de negocios que más ganancias genera) y a la vez expandirse a la telefonía móvil. “Para ello compró Nextel hace pocos meses. A pesar de que esa operación fue denegada por la autoridad de aplicación de la ley Argentina Digital (Aftic), el cambio de gobierno y la decisión de Macri de subordinar tanto la Aftic como la Afsca (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) al flamante Ministerio de Comunicaciones, abren expectativas reales de revisión”.
Ambas compañías pretenden modificar leyes clave promovidas por el kirchnerismo. Uno de los argumentos es la obsolescencia normativa en relación a las posibilidades de convergencia que ofrece la tecnología. Becerra indica que “más allá de esa excusa, lo que motiva la objeción a las leyes que regulan los sectores audiovisual y de telecomunicaciones es la percepción que tienen los principales operadores de las limitaciones presentes en la normativa para la expansión de sus negocios en épocas de convergencia de servicios y productos. En este sentido, y aunque la asunción de Macri ya avanzó neutralizando algunos de los efectos de esa regulación (subordinando las autoridades de aplicación), el cambio de etapa representará desde una perspectiva estructural el desplazamiento de los conflictos, y no su anulación”.
La fusión (anticipada hoy por el diario La Nación, de fluida llegada a la Rosada) de la Afsca con la Aftic, las dos autoridades de aplicación de dos leyes clave del kirchnerismo, seguramente será vista con buenos ojos por Telefónica y Clarin. Tras subordinar incostitucionalmente a la Afsca y Aftic al Ministerio de Comunicaciones, este sería el segundo paso gubernamental en la desestructuración del aparato legal creado por el kirchnerismo en materia de comunicaciones, que -es de descartar- será saludado por los empresarios.