El femicidio es la forma más extrema de la violencia contra las mujeres. Significa el homicidio de una mujer por el simple hecho de serlo. En otras palabras: es el asesinato de una mujer, cometido por un hombre, porque la considera un objeto de su propiedad. Pero el femicidio no ocurre de la noche a la mañana: habla de muchas violencias ejercidas sobre una mujer.
La violencia es un fenómeno que cuando se activa, sólo crece. Como el control. Salvo que haya una intervención fuerte sobre el problema, lo más probable es que una escena de celos “subidita de tono”, una “inofensiva” y sistemática revisión del celular, comentarios sobre la ropa que se usa, restricciones sobre a donde ir y a quien visitar, algún que otro insulto, terminen escalando a otras instancias en donde la violencia se expresa de formas más extremas. No nos engañemos. Los celos, los pedidos de información detallada sobre dónde y con quién estas, la falta de confianza, las descalificaciones, no tienen que ver con el amor. Tiene que ver con el control. Y el control se ejerce sobre algo que se cree poseer. Por eso es importante reconocer las situaciones de violencia cuando todavía hay tiempo para salir de ellas.
Durante el 2014, al menos 277 mujeres fueron asesinadas en nuestro país. Esto arroja una cifra escalofriante: en la Argentina se produce un femicidio cada 31 horas. Entre el 2008 y el 2014 se cometieron 1808 femicidios, según los datos extraídos del Informe de Investigación de Femicidios en la Argentina que elabora La Casa del Encuentro. Pero todavía hay un dato más: entre el 2008 y el 2014 se registraron 2196 hijas/os que quedaron sin madre. El daño de los femicidios no acaba sólo con la muerte física de la mujer, se desparrama por generaciones.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro es quien viene monitoreando y generando informes acerca de los femicidios desde el 2008. La ausencia de estadísticas oficiales habla sobre la indiferencia de la dirigencia política sobre este tema. Un problema que no se ve, es un problema que no se puede resolver.
La sociedad entera debe reaccionar. Tenemos que revisar nuestras prácticas, concientizarnos de todas las formas que asume la violencia e iniciar un cambio para que las relaciones entre las mujeres y los varones sean más equitativas y amorosas. El 97% de los denunciados por violencia de género son hombres. Es imprescindible que los varones se tomen el trabajo de repensar su cotidianeidad para desactivar los patrones violentos de conducta adquiridos. Y que no sea necesario que una mujer haga una decena de denuncias para que se activen lo mecanismos estatales de protección.
Por Adriana Marisel Zambrano, Evelyn Ferreira, Ana Cecilia Romano Barraza, Sandra Ayala Gamboa, Rosana Edith Galliano, Daniela Araujo, Morena Pearson, Mara Sofía Matheu, Alicia Muñiz, Jimena Hernández, Gladys Mac Donald, Elena Arreche, Adriana Barreda, Cecilia Barreda, Liliana Tallarico, Carolina Alo, Patricia Villalba, Lucila Yaconis, Sandra Cabrera, Mónica Alejandra Vega, Elsa Maria Escobar, Paulina Lebbos, Rocio Ubilla, Chiara Páez, Diana García, Laura Domínguez, y por todas las mujeres torturadas y asesinadas por sus parejas, el Colectivo Al Margen dice: BASTA DE FEMICIDIOS. NI UNA MENOS. Y convoca a la concentración a realizarse el miércoles 3 de junio a las 17horas en el Centro Cívico.