En el marco de los 10 años del Colectivo Al Margen, “Arbolito” se presentó en enero del 2014 en el Centro Cívico de la Ciudad de S. C. de Bariloche, esto nos contaron en una entrevista exclusiva para la Revista Al Margen.
Cantan que la ciudad no es para ustedes. ¿Qué los hace seguir viviendo en la urbe?
La ciudad cumplió un rol importantísimo para que la banda se consolidara y creciera. Sirvió como centro de operaciones. En el año 99 alquilábamos una casa en Once, donde estuvimos menos de un año, pero ese año empezamos a tocar en Parque Lezama los domingos. Ensayábamos ahí y con una camionetita que nos prestaron nos trasladábamos al parque. Ahora estamos en Parque Patricios, en una sala propia. Pedro logró irse a vivir al campo; yo estoy en ese camino y, si todo sale bien, pronto podré irme también, aunque no es fácil. (Agustín)
Lo único que nos sostiene es que nacimos ahí. Si yo no hubiera nacido en Buenos Aires, ni loco viviría ahí. Estando ahí te acostumbrás a todo. Es una ciudad hermosa y que da muchas posibilidades de crecimiento; está bueno aprovechar el privilegio de estudiar en las escuelas que hay, elegir la carrera que quieras y estudiar en forma gratuita. A la vez, con el tiempo, todo se va poniendo cada vez mas espeso, feo, enquilombado y a uno le dan ganas de vivir más tranquilo. Nosotros, que viajamos mucho y conocemos tantos lugares, cuando volvemos nos preguntamos qué hacemos en Buenos Aires. (Ezequiel)
Uno ve muchos lugares del país donde se puede vivir bien y eso nos abre los ojos. Hay movidas locales que crecen, y se puede hacer cosas sin necesidad de estar en la capital. Quizás el tiempo nos permita funcionar sin depender tanto de Buenos Aires. (Agustín)
Siempre los agito, se puede vivir en otro lado o por lo menos no depender tanto de la ciudad. La ciudad fue perdiendo lógica, se transformó en amontonamiento de gente. Pero también cambió nuestra lógica. Son etapas. Nosotros ya no tenemos las mismas necesidades, perspectivas y energías para ciertas cosas. Sin embargo la ciudad fue y todavía es de una gran ayuda para la banda. (Pedro)
Hay etapas en la vida. Yo tuve que ir a Buenos Aires porque era el único lugar donde había una Escuela de Música Popular, en Avellaneda. Hay momentos en que uno está metido en cosas para las que la ciudad sirve, porque da muchas posibilidades. Por otro lado, está bueno poder criar a los chicos en un lugar más libre, que signifique “libertad” también para los padres, que saben que los pueden dejar en un lugar son estar pensando todo el tiempo que les puede llegar a pasar algo. Cuando tenés pibes, te preguntás otras cosas. Uno quiere que se puedan subir a un árbol, que puedan sentir el olor al pasto recién cortado, por ejemplo. (Agustín)
¿Tocar en el interior les significa algo distinto que hacerlo en la capital? El volver a cada lugar ¿qué les permite percibir?
Siempre es lindo ir a lugares distintos y encontrarse con gente que hace cosas. Ayer tocamos en medio de un bosque y la banda que tocó antes había tocado con nosotros en otro lado, y así vas encontrando otras bandas que hacen sus propuestas y búsquedas que están buenas, agrupaciones como AL MARGEN, que vas encontrando y te inspiran muchas cosas y te enriquecen como persona. (Pedro)
Es muy distinto lo que se da en algunos pueblos de la provincia de Buenos Aires, con gente más contenida y más tímida. De repente, venís para estos lados y es una fiesta. Entonces, cambia mucho según los lugares. En Córdoba es una tremenda fiesta por ejemplo. Y cada pueblo tiene su manera de vivir su fiesta. Tocar en un festival es diferente a hacerlo solos porque cambia el contexto, estar con otras bandas. También tienen que ver quién convoque y cuál sea el motivo del encuentro. (Agustín)
Por ahí vamos a un pueblo chiquito y hay 20.000 personas que no sé de donde salen. O vamos a una ciudad y hacés una fiesta con alguna agrupación y se genera una cosa impresionante. (Ezequiel)
¿Qué cosas les indignan y dónde ven la magia de la vida en las pequeñas cosas cotidianas?
Creo que como país, en los últimos años, hemos mejorado, pero me sigue indignando que sean el consumo y el derroche los motores de la economía. Ver que todavía no podemos poner otras reglas de convivencia, pensar en el futuro y que siga siendo la economía un factor tan determinante en la vida de la gente. En un proceso político bastante interesante me indigna eso. (Agustín)
Me indigna la gente mala. Hay gente tan mala, que por intereses de sus corporaciones o lugares políticos hacen cosas malas al resto de la gente, que son un montón más. Lo que pasó en diciembre último con el tema de los saqueos es un ejemplo: no sabías si los que saqueaban eran políticos con la policía o con narcos y la gente estaba muy angustiada, con mucho miedo. (Ezequiel)
A mí me indigna que todavía haya gente que se muere de hambre en un lugar donde hay tanta producción. Sigo sin entenderlo. No me entra en la cabeza. Y me pone mal. Porque ni siquiera se trata de que no tendría que haber gente que se enriquezca, sino de que con muy poco se podría solucionar. Sin embargo no se logra cambiar. (Pedro)
¿Y la magia?
Es la Comarca Andina. Venir acá siempre que se pueda y compartir la naturaleza, eso es mágico. La relación entre la gente y la naturaleza genera algo muy lindo que se puede lograr en todos lados, si uno pudiera tenerlo más presente. Lo que pasa es que acá hay una invasión de naturaleza y buena onda. Otra magia de la vida es Messi, esperemos que le dure un año más, hasta el mundial. (Risas)
Recién hablaban de procesos políticos. Hicieron una canción en reconocimiento a Néstor Kirchner. ¿No temieron quedar muy expuestos ante la coyuntura política? ¿Se dieron un debate hacia adentro respecto de hacer o no ese tema?
La canción “Este abrazo” es mucho más amplia que Néstor y tiene que ver con lo que se generó en los últimos años con respecto a la unidad latinoamericana, un cambio que si bien tuvo mucho que ver con él, trasciende su figura. Él es el iluminador de la canción pero también están Mujica, Chávez, Evo… Habla de la evolución del proceso latinoamericano, cuando no mucho tiempo atrás vendíamos armas para que un país latinoamericano se matara con otro. (Ezequiel)
Más de una vez hemos recibido por Facebook mensajes de gente fanatizada. Pero si hay cosas que políticamente nos parecen que están buenas, ¿por qué no decirlas? Sobre todo cuando uno mira qué hace el resto del mundo, cómo se ubican otros países ante determinadas problemáticas. Hay que poder trascender ese fanatismo del anti y ver que hay países latinoamericanos que se están fortaleciendo y generando en cada uno de nosotros otra dignidad, otra manera de unión. Eso pasa por encima de toda contradicción o división de aguas políticas que pueda haber. (Pedro)
La mediocridad del River-Boca, blanco o negro, bueno o malo no va más. Vamos a tocar a un lado y nos tildan de kirchneristas, salimos en TN y nos dicen caretas… Hay que trascender un poco eso y ser un poco más abiertos. (Ezequiel)
La división y la cuestión polarizada están agitadas por todos los que se ven beneficiados con el enfrentamiento constante. Uno tiene que lograr pasar sobre eso y ser capaz de decir “esto está buenísimo y hacía muchos años que no se hacía” y “esto otro no está bueno y seguiremos haciendo fuerza para cambiar las cosas que no nos gustan”. Uno no tiene que estar permanentemente alineado. Si uno se quiere alinear, cada uno es libre de actuar como quiera, pero para mí está bueno superar esa cosa publicitada todo el tiempo. Ese fanatismo que te ciega hasta no poder reconocer nada bueno o nada malo. (Pedro)
Seguimos siendo críticos al gobierno, pero desde adentro. Transformemos todo lo que hay que cambiar, pero mientras tanto cuidemos todo lo que logramos, no como plantean los que se suben al lugar de oposición. Eso lo veo desde sectores de izquierda y de derecha del actual gobierno que no son constructivos. Si tiramos todo lo conseguido, retrocedemos muchos casilleros. (Agustín)
Creo que la figura de Néstor no es algo menor. Tuvo la llave para abrir unas cuantas puertas y decir hay presupuesto para esto y lo otro. Las decisiones políticas son fundamentales. (Agustín)
Aunque es el período democrático más largo que hubo, tenemos mucho que aprender. Tenemos una democracia muy joven, todavía está defectuosa, incompleta, son procesos largos. Si bien se logró hacer un montón de cosas, no fue solo Kirchner, sino que todos estábamos en la lucha desde hace un montón de años. (Ezequiel)
Tienen una relación muy fuerte con su público, que crece cada vez más, pero de vez en cuando ese público manifiesta su disconformidad con algunas decisiones que toma la banda, como firmar con Sony o, en menor escala, cuando tocaron en Bariloche en el teatro con entradas caras. ¿Es inevitable que se produzcan esas tensiones?
Es inevitable porque no todas las personas sentimos y vivimos de la misma manera. Nosotros mismos, cuando éramos más pibes e íbamos a un recital, no nos dábamos idea de lo que significa montar un show y la cantidad de gente que labura en eso. Cuando vienen comentarios desde ese lugar ya no nos hacen ruido. Además uno se puede equivocar en alguna decisión. Pero la idealización de la banda como algo puro no es sano. (Agustín)
Aparte, cuando uno hace cosas, siempre lo van a criticar. Si hacés lo establecido o no hacés nada, no. Nosotros somos una banda a la que nos gusta decir y hacer cosas, y siempre vamos a estar expuestos a que nos critiquen. A veces nos equivocamos y podemos cambiar para no repetir los errores. (Ezequiel)
Uno va cambiando todo el tiempo y a medida que va creciendo uno mismo haría a veces otras cosas que no hizo en su momento. Con el diario del lunes todos corregimos las cosas. Si uno se critica a sí mismo es obvio que otros pueden venir a criticarte, y hay que ver qué hace uno con eso. Si no, tendríamos que hacer un debate público sobre cada acción que tomamos. (Pedro)
Hablan de autocríticas. Si tuvieran que hacer alguna autocrítica de alguna decisión que hayan tomado ¿cuál mencionarían?
No, ninguna. (Ezequiel) (Risas)
En su momento lo disfrutamos mucho, pero después dijimos que nunca más íbamos a tener un colectivo para viajar. Porque en un momento hablábamos más de cigüeñales que de semitonos. (Pedro)
Otra es que, por querer tocar en ciertos circuitos que pensamos que eran necesarios, laburamos con ciertos productores o con maneras que no son nuestra esencia de la autogestión e hicimos fechas o giras con gente con la que no nos sentaríamos nunca más a charlar. (Ezequiel)
El último disco lo volvieron a editar de manera independiente. ¿Qué balances hacen después de haber sacado el anterior con Sony y qué ventajas tiene hacerlo de forma independiente?
Fue parte del camino. Veníamos de 10 años de autogestión absoluta y esto nos permitió entender cómo funcionan determinadas cosas con respecto a la difusión, más allá del prejuicio que traíamos con las compañías. Esa experiencia nos dio a entender que podíamos mantener la independencia artística y mejorar la calidad del disco. Meterse un poquito y sacar data de cómo funcionan determinadas cosas. Sacar un disco pero a la vez guardar algo de recursos para moverlo y que no te quede guardado ahí o sólo en tu círculo de gente. (Agustín)
También entender que todo eso sale un montón de plata y con plata todo se puede. Ahora sacando discos en forma independiente estamos viendo de dónde sacar plata para hacerlo como nosotros queremos. (Pedro)
Ahora volvemos a Buenos Aires y estamos justo en el proceso de grabar un DVD. En 17 años de trayectoria nunca hicimos un DVD y por la experiencia de haber grabado profesionalmente, por más que no tengamos sponsors ni compañías, lo queremos hacer de la mejor manera y es muchísima la plata que cuesta. Esas son las cosas que te hacen dudar. Pero de algún lado ese recurso va a salir y seguiremos siendo independientes. (Ezequiel)
Cuesta pero vale. Creo que se disfrutan más las cosas cuando cuestan mucho. (Pedro)
Si tuvieran que decir un adjetivo o una palabra para fortalecer los objetivos que tienen este año. ¿Cuál elegirían?
“Equilibrio”. (Pedro)
Un poquito de “misterio” también. (Agustín)
“Crecer”. Sentimos que tenemos que seguir creciendo con esto del DVD y la autogestión, en tratar de hacer las cosas mucho más profesionalmente. A su vez estamos con muchas ganas de seguir autogestionando nuestras fechas, nuestras fiestas, meternos más en las producciones de los eventos, como hacíamos hace 10 años, cuando organizábamos enteras nuestras propias fiestas. Queremos hacer producciones más sociales, lo que siempre hicimos pero potenciándolo un poco más. (Ezequiel)
¿Cómo es eso?
Que en vez de que el porcentaje de guita por organizar una movida se lo lleve el productor, sea para una organización, una revista o biblioteca. Tuvimos una experiencia hace poquito, en Junín de los Ande. El productor era uno de los obreros de Zanón, que se encargaba de las bandas, y en todas las fechas había una organización del lugar involucrada: un hogar de ancianos, una escuela especial, un comedor. En vez de ir a laburar con un bolichero, con un tipo que contrata a la banda, te das cuenta de que hay mucho recurso humano copado y se reparte de una manera más linda lo que se recauda, hay mucho más compromiso y la fecha tiene una energía más copada. Tenemos muchas ganas de organizar nacionalmente eso. Con AL MARGEN lo hicimos muchas veces y siempre funcionó bien. (Pedro)
¿Qué problemáticas de la región conocen y por cuáles se interpelan y se sienten más representados?
Tanto con la lucha de Zanón como la del pueblo Mapuche nos sentimos muy comprometidos, porque desde hace muchos años conocemos sus luchas y nos sumamos de alguna manera haciendo canciones o festivales. Que reconozcan la fábrica FaSinPat y les den el título de propiedad a sus trabajadores nos da una alegría enorme. Nosotros estuvimos cuando recién la habían tomado y había un clima muy áspero, de mucha incertidumbre. Ahora se trabaja con otra alegría y esa alegría se trasmite en el trabajo.
También, en las últimas giras que venimos haciendo, le estamos dando mucha importancia al tema ambiental. Si bien hay diferentes problemáticas en cada lugar, hay gente luchando contra la mega-minería, el fracking… (Ezequiel)
Me sorprendió mucho la última vez que vinimos al sur, donde escuché por primera vez la palabra fracking y no sabía qué era. Me decepcioné mucho de mí mismo por no saberlo y me di cuenta de que mucha juventud y militancia estaban tratando de frenar ese método. (Agustín)
Creo que en la ciudad no se siente tanto, cuando uno vive en contacto con la naturaleza impacta más directamente el maltrato del medioambiente. Nosotros, desde la ciudad, lo miramos por la tele. Es complejo. Cuando llegás a un lugar donde la vida cotidiana está involucrada, hay otro tipo de compromiso y ver que se está luchando cotidianamente para que no se arruine el espacio. Por suerte, en la zona se está dando mucho el tema de la construcción natural como otra búsqueda, siendo la vivienda algo tan complejo. Uno ve las viviendas de los barrios más humildes y es muy áspero. Eso es una cuestión de conocimientos sobre cómo construir su casa, mucha gente tiene la lógica que ya viene marcada, cuando en realidad hay medios para hacer una mejor vivienda. En varios lugares de la comarca andina se está empezando a ver eso; una conciencia distinta con respecto a cómo armarse una casa y vivir mejor en general. Todas esas cosas tienen que ver con la cuestión del medioambiente. (Pedro)
Otra lucha muy fuerte ahora es contra Monsanto. Una planta enorme, que no pueden poner en ningún lugar del mundo, quieren ponerla en Córdoba y detrás están las fumigaciones, los niños que nacen con cáncer y malformaciones, y es gravísimo, y si bien está el reclamo frente al Congreso en plena ciudad, la gente no le da pelota y están ahí desde hace dos meses. Son gente que tiene una solidaridad y un corazón enormes y para muchos sólo son parte del paisaje. (Ezequiel).
Han viajado bastante por Latinoamérica antes de conformarse como banda. ¿Qué significa viajar para ustedes? ¿Se llega a sentir el viaje estando de gira?
Es distinto a esos viajes de mochila que hacíamos. De mochila estás y curtís mucho más el lugar y vivís como su gente. Cuando estamos de gira, estamos de a ratitos. Tenemos la suerte de que mucha gente se nos arrima a contarnos cosas para ver si podemos comentar algo en un show, difundir algo, o nos invitan a comer corderos… (Agustín)
Nosotros tenemos la suerte de que gran parte de este laburo se hace viajando, conociendo, y eso es importantísimo porque te abre la cabeza y te hace ver que la burbuja que vivís en tu ciudad o en tu barrio es sólo un pedacito chiquito y hay muchísima gente viviendo de otra manera. Por lo menos a mí, viajar me hizo dar cuenta de esas cosas. Si vos nunca te movés de tu lugar, pensás que ese es todo el mundo y que las que tenés a mano son las únicas opciones. Siempre el viaje te hace bien y te ayuda a crecer. (Ezequiel)
¿De qué otras cosas tendríamos que ir despertándonos?
De muchas cosas de las que hablábamos recién; el consumo innecesario, los recursos naturales, comer y vivir mejor… A veces, con un poco de conciencia podemos lograrlo, pero sucede que despertar todo eso implica por ahí, apagar la tele y otros canales que te van induciendo a una pesadilla. (Pedro)
Hay que despertarse y no querer parecernos a nadie, no compararnos con ningún otro país exitoso. Ser lo que somos y sobre todo tratar de ser felices. (Agustín)
Entrevista: Sebastián Carapezza
Fotos: Marcelo Martínez