Durante la última semana de noviembre y en el marco de la Feria de las Artes, Usinas Culturales estuvo presente y aportó con tres de sus talleres (telas, danzas urbanas y fotografía) La organización de este espacio cultural ya tradicional en nuestra ciudad.
Durante la última semana de noviembre en la escuela Nuestra Señora de la Vida entre los barrios Frutillar y 2 de Abril, se realizó una muestra en la que estuvieron presentes 250 chicos con sus docentes presenciando las diferentes puestas en escena y presentaciones de cada grupo.
FOTOGRAFIA
Así es como se realizó en la escuela Nuestra Señora de la Vida un taller de fotografía donde Alejo García, a cargo de fotografía pudo presentar parte del trabajo de un grupo de alumnos que realizaron este taller. “Los chicos fueron muy receptivos y ocurrentes. En verdad fue una experiencia que me llenó de alegría”, confió el docente.
TELAS
En palabras de Graciela, la tallerista de telas: “este es el segundo año que hacemos es taller. El objetivo para todo el grupo y todos los talleres era y sigue siendo rescatar a los adolescentes de la calle y de situaciones problemáticas complejas, nada más ni nada menos y justamente la idea era enfocarlos en diferentes puntos culturales. El año pasado estuvimos en la escuela 295 además de El Ceferino y este año por una cuestión práctica (el techo del taller de telas tiene que ser bien alto) solamente lo hacemos en este último lugar. La verdad que el grupo que se armó sus padres están presentes pero conviven con una realidad que para muchos jóvenes es adversa. En este tiempo ha pasado mucha gente por el taller y en ese barrio justamente se nota como es un lugar de encuentro para ellos”.
Con respecto a la presentación de cada taller, Graciela concluyó; “Hoy vamos a ver una muestra de trabajo de las chicas (Karem Belén y Tania entre 11 y 14 años) que son un grupo de principiantes intermedios, y vienen trabajando hace un montón, con constancia y cada una tiene como una especie de coreografía que dura aproximadamente un minuto y medio y van a mostrar más o menos el trabajo que fueron realizando cada una de ellas con la música que escogieron. De eso se trata. Todavía queda de aquí a fin de año hacer el cierre con una convocatoria abierta para que se acerque la familia y amigos a la escuela y el cierre de USINAS Culturales que será el 7 de diciembre donde vamos a presentar un video justamente de todo el trabajo y se vea todo el potencial que ellos tienen”.
DANZAS URBANAS
EL segundo taller que se presentó en la jornada fue el de Danzas Urbanas, taller coordinado por Mónica Vega. Con ella dialogamos respecto a los alcances, objetivos y proyecciones de su taller.
_¿Cómo fue le proceso grupal para llegar a la conformación de este grupo?
_Este grupo comenzó después de mitad de año y fue muy fuerte la motivación que traían entre ellos a través de proyectos propios. Así los chicos se fueron vinculando y sumándose algunos más a la propuesta. Ya manejaban muchas cuestiones de musicalidad y de terminación que van asimilando. La mayoría son compañeras de la escuela Nuestra Señora de la Vida. Por otro lado hicimos una parte de investigación musical y así fuimos determinando estilos musicales según la personalidad que tiene cada una. Sus prácticas son buenas y constantes y éste fue uno de los grupos que más rápido tuvo una consigna y llegó a cumplirla en menor tiempo. También trabajamos por momentos con videoclips, algo que se va a ver en el cierre del taller con consignas que fueron trabajando ellas. Las consignas del taller consisten en que yo preparo una cantidad de secuencias, las veo cómo las desarrollan y cuáles les gustan más y quedan mejor, o se aplican mejor a su tipo de movimientos. Lo que trato de generar es que convivan una cuestión personal y que se convine con lo grupal, porque para mí bailar es un ida y vuelta y desde ahí lo monto. Por otro lado si bien hay algunos chicos varones itinerantes que se acercan al taller no se animan a mostrarse porque socialmente se puede ver mal en determinados ámbitos, en general todos tienen entre 9 y 12 años.
_¿Objetivos para el año que viene?
_Queríamos trabajar un poco más lo que es lo urbano tratando de abrir desde cada persona una secuela de ritmo o trabajar la estética. Buscarles su característica personal y profundizar en lo que trae cada uno aparte de lo que puedan compartir bailando. Estaría bueno que este año los padres acompañen a los lugares donde se hacen los talleres y muestras, que sean muy respetuosos, y sepan que el arte se cruza en nuestras vías por algo.
La jornada iba llegando a su fin. Los niños, niñas y adolescentes se preparaban para volver a sus aulas. Diferentes carteles con trabajo de los alumnos de distintas materias decoraban el patio de la escuela. Uno de estos afiches decía: queremos que nuestras calles se llenen de solidaridad, ternura, naturaleza… Había palabras y deseos escritos tan variados como el clima, pero tan honestos como sólo son los deseos de los pibes. Y entonces nosotros agregamos nuestra propuesta hecha palabra y gritamos: ¡cultura!
Nancy González, coordinadora Usinas Culturales Bariloche
_¿Qué balance haces de este año de Usinas Culturales?
_Creo que este año nos pudimos insertar mucho más dentro de los barrios. Tenemos muchos espacios nuevos y estamos en sectores humildes y periféricos de Bariloche en un montón instituciones como colegios y escuelas; 169 y 400 viviendas, Nahuel Hue, 34 hectáreas, el Frutillas, en Newenche, Ruka che, en Las Quintas. Estamos dispersos por los barrios y atrayendo a los chicos a los talleres, a veces van y vienen y el trabajo de hormiga entonces consiste que lo sientan como espacio propio y permanezcan en el taller más allá de la problemática que tengan.
Para el año que viene estamos asentándonos más en los barrios. De hecho en el verano vamos a trabajar en un campamento con los chicos de diferentes barrios y a partir de ahí vamos a hacer un pos campamento para seguir trabajando el tema de la convivencia y seguir avanzando con los chicos desde ese lugar. Además estamos en otros espacios como el centro o la península San Pedro, o sea que tenemos una cobertura amplia de lo que es Bariloche. Además articulamos con salud del hospital público y otras instituciones con las cuales estuvimos tejiendo redes pero hay un montón de proyectos más para el año que viene.
_¿Alguna enseñanza, experiencia que te deje estos talleres de Usinas Culturales?
_Hay muchas en este tiempo pero una de las que más me llegó fue un caso de un chico de un taller de fotografía que empezó en nuestros inicios. En ese momento él estaba perdido, no sabía que hacer de su vida, pero con el correr de los días y en conjunto con los talleres de Usinas dio el examen y hoy es fotógrafo profesional. Usinas le aportó las herramientas para ver una proyección distinta a su vida. Eso es lo que queremos lograr con cada uno de los chicos que se acercan a nuestros talleres.
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