El peronismo logró sostener su caudal de votos y lleva al Congreso a Adriana Serquis, Martín Soria y Ana Marks. La Libertad Avanza acumuló la fuga del Pro y de Juntos Somos Río Negro (relegado a un tercer puesto) y lleva al Congreso a Anibal Tortoriello y a Lorena Villaverde. El desempeño de los provincialismos en la Argentina se disolvió frente a la polarización: un anticipo de las duras batallas que se esperan en el Congreso.

A pesar de la poca gente que fue a votar durante el año, en Río Negro participó casi el 70% del padrón electoral, apenas un punto y algo menos que en 2021, la última elección legislativa de medio término. Para la categoría Diputados, La Libertad Avanza (LLA) cosechó el 34,2% de los votos que, sumados al 2,9% de Primero Rio Negro (el partido de Ariel Rivero, la segunda marca de Milei en la provincia), equipararon la pérdida de votos de Juntos Somos Rio Negro (-11) y del Pro (-24) desde aquella elección. Fuerza Patria consiguió ayer 29,4 puntos, dos más que en 2021. Primer dato: un peronismo estancado tiene enfrente a una nueva oposición.
Los diputados que terminan su mandato en diciembre son Agustín Domingo (JSRN) y Sergio Capozzi (Pro), cuyas bancas serán ocupadas entonces por Aníbal Tortoriello (Creo – La Libertad Avanza) y Adriana Serquis (Fuerza Patria). Río Negro también recambia senadores: el peronismo logró retener sus dos bancas en juego, que serán ocupadas por Martín Soria y Ana Marks, y la banca de JSRN pasará ser ocupada por Lorena Villaverde, de La Libertad Avanza.

Es curioso: LLA ganó en la categoría Diputados pero perdió en la de Senadores por una diferencia de 4 puntos. Influyeron allí, seguramente, las denuncias que vinculan a la hoy diputada Villaverde con el narco. Su permanencia en el Congreso sigue condicionada: el diputado Facundo Manes presentó días atrás un proyecto de ley para destituirla por “indignidad” y eso, aún, podría prosperar después del 10 de diciembre, cuando la diputada asuma su banca.
La polarización electoral en la Argentina empuja al peronismo a uno de sus polos y a la LLA en el otro. Ya no hay ancha avenida del medio, apenas una calle. La performance en declive de Juntos Somos Río Negro (todavía competitivo, con un piso del 25%) tuvo su réplica en la gran mayoría de los provincialismos. Este es el segundo dato de la elección. En Santa Cruz, el partido del gobernador Claudio Vidal (Por Santa Cruz) quedó tercero, a medio camino de Fuerza Patria. En Neuquén, La Neuquinidad del gobernador Rolando Figueroa pasó de la victoria holgada vaticinada en encuestas a la derrota debajo de La Libertad Avanza. Provincias Unidas, el ensayo de los gobernadores Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro e Ignacio Torres, quedó en Córdoba segundo a 14 puntos, en Santa Fe tercero a 22 puntos y en Chubut tercero a 8 puntos de LLA.

El reducto provincialista en la Cámara de Diputados podría ser igualmente clave para terciar en el bloqueo de iniciativas legislativas. LLA más el PRO constituirán una primera minoría de unos 104 diputados, seguidos por Fuerza Patria con 99. Provincias Unidas y Encuentro Federal podrán arbitrar en la disputa con sus 16 legisladores, lo mismo que la UCR, Democracia para Siempre y la izquierda. En Senadores el escenario es otro: el peronismo se impondría con 28 legisladores, LLA más el Pro suman 24 y la UCR 10.
Este rol será clave, porque la agenda de reforma laboral, previsional, fiscal, tributaria y la venta de activos estatales que impulsará el Gobierno pasará por el Congreso mediante proyectos de ley o vetos. La nueva legitimidad surgida este domingo es un barajar y dar de nuevo acuerdos. Más rosca, mientras el empate de fondo sigue intacto.
Por Pablo Bassi
Foto en búnker Fuerza Patria: Pablo Candamil
Colectivo de comunicación popular Al Margen

