Tras varios años de pedir información por parte de los vecinos y de señalar que existen irregularidades, las obras del emprendimiento gastronómico hotelero Cauma fueron paralizadas un día antes que la secretaria de Planeamiento Territorial Sofía Maggi acudiera a la segunda convocatoria que le hizo el Concejo Deliberante.

A la primera, no concurrió. Justo el jueves se inspeccionó la obra y se labraron actas por falta de documentación y otros motivos. Y ayer, la funcionaria se presentó a responder las preguntas de los concejales.
Cauma es un hotel de alta gama y un restaurante de 6600 metros cuadrados (m2) que fue proyectado en un predio situado a la altura del kilómetro 19,5 de la avenida Bustillo, unos 2,10 kilómetros hacia adentro, entre las lagunas El Trébol y Ezquerra, con bajada hacia el lago Moreno Oeste. El lote, de 62.064,87 m2, perteneció a uno de los hijos del jerarca nazi Erich Priebke; Ingo, que en la actualidad vive en los Estados Unidos.
Uno de los principales cuestionamientos que existe es que la Municipalidad haya considerado viable un emprendimiento que no cuenta con acceso. Es que el denominado camino de las Carmelitas, en alusión al convento que allí funciona, atraviesa tres propiedades privadas. El Ejecutivo municipal no ha mostrado documentación vinculada con una expropiación ni con un convenio de cesión del paso. Además, según afirman los vecinos, dicho camino no tiene las condiciones como para soportar el tránsito de vehículos y personas que generará Cauma. Maggi no logró dar una respuesta concreta sobre este tema.
Otros puntos que cuestionan los vecinos son: la falta de convocatoria de las comisiones mixtas -como indica la normativa de las reservas naturales urbanas- y de audiencia pública, aplicación errónea de la normativa, violación de la legislación ambiental, falta de documentación obligatoria y falta de licencia social, entre otros.
Estos planteos hicieron que a fines de abril la comisión de Turismo y Medio Ambiente del Concejo Municipal, el Tribunal de Contralor y la Defensoría del Pueblo coincidieran en sugerir al Ejecutivo Municipal que paralizara las obras hasta tanto se pudiera revisar el expediente en profundidad. Todo esto teniendo en cuenta que se podría estar causando un daño irreversible al ambiente.
Sin embargo, los motivos para detener las obras el Ejecutivo recién los encontró en una inspección realizada un día antes de que Maggi fuera a dar explicaciones al Concejo Deliberante. Allí, informó que “el departamento técnico y de inspección de Obras Particulares acudió a la obra y advirtiendo que no está presentado el certificado o el visado de la Corporación de Aportes a la Construcción de la Patagonia (Cocapri), se paralizaron los trabajos vinculados con el expediente 446”, que es el correspondiente al hotel y el restaurante.
La otra licencia para construir que tiene el proyecto es el expediente 178 y está referido al ingreso al complejo y a los muros de contención. Al respecto, Maggi dijo que “se intimó a la presentación de documentación, a reacondicionar el camino La Cantera, a realizar la bajada al lago y la dársena de giro, finalizar los trabajos en los muros de contención y presentar el plan de remediación por la excavación realizada”. Con la excepción de la bajada al espejo de agua y la dársena -que no tienen un tiempo estipulado para realizarse porque son parte del convenio denominado de externalidades-, lo demás debería estar resuelto en un plazo de no mayor a 15 días.
Estas actas que fueron labradas el jueves 8 de mayo fueron elevadas al Tribunal de Faltas para que ratifique o rectifique la paralización de los trabajos en Cauma. Evidentemente, el proyecto tiene varias cuestiones para ser revisadas.

Habría que consultar a los funcionarios anteriores
La comisión conjunta de Obras y Turismo del Deliberante fue presidida por Juan Pablo Ferrari (JSRN) y participaron Leandro Costa Brutten (Incluyendo Bariloche), Julieta Wallace (IB), Roxana Ferreyra (Nos Une), Facundo Villalba (1º Bariloche), Gerardo Del Rio (PUL), María Coronado (PUL), Tomás Hercigonja (PUL), Laura Totonelli (JSRN), y Samanta Echenique (Juntos por el Cambio). En el reciento también estaban varios vecinos y vecinas de los barrios donde se está construyendo el hotel.
Maggi sostuvo que existió un proceso participativo: “Ignoro cuáles fueron las manifestaciones de los vecinos en su momento. Esa etapa se dio por superada y aún así se dio factibilidad al proyecto. Es lo que surge objetivamente de los expedientes”.
Cuando fue consultada por Wallace porqué no se envió la documentación a la comisión mixta de las reservas naturales urbanas para que emitiera opinión, como marca la legislación, Maggi respondió: “Habría que consultar a los funcionarios de ese momento”. Y agregó que el subsecretario de Planeamiento Alfredo Allen “sí está trabajando con las comisiones mixtas y la junta vecinal de El Trébol para volver a evaluar las externalidades”, que serían una suerte de compensación de los desarrolladores por el impacto causado en el lugar.
Wallace insistió: “Te agradezco y valoro tu presencia acá, pero es necesario saber qué van a hacer con la omisión de la opinión de la comisión mixta”.
La funcionaria afirmó que “no me compete revisar los actos administrativos otorgados en otro momento. Creo que eso expondría al Estado a una situación de inseguridad jurídica, porque si se hace con uno corresponde el mismo tratamiento para con todos. Así que voy a seguir trabajando en fiscalizar y todo lo que se deba hacer que se haga en el marco de los permisos otorgados y actualmente vigentes. No se ha decretado la nulidad de ninguna de las licencias para construir, por tanto no tengo más herramientas que fiscalizar”.

Tras ser consultada por Al Margen, luego de la reunión, Wallace afirmó que la funcionaria fue poco precisa en sus respuestas: “Demostró que no hay voluntad política de respetar las normas ambientales, mucho menos de revisar lo mal hecho en la gestión de Gustavo Gennuso. La de Walter Cortés es, de mínima, una continuidad de lo peor de la gestión anterior”.
Y agregó que “lo único positivo es que se paralizaron las obras por algunas de las irregularidades que vienen planteando los vecinos en el Concejo. Nos están dando la razón, aunque ni lo reconozcan”.
Por su parte, Fernando Sanchis Muñoz, abogado y vecino de Cauma, consideró que Maggi “no supo contestar la mayor parte de las preguntas, no conocía el expediente, no asume la responsabilidad del cargo en el que está. Ella es la máxima autoridad en la materia y puede tomar determinaciones ante irregularidades. A cada pregunta que le hacían respondía ‘bueno eso hay que debatirlo’ y no hay nada que debatir. Esto es la demostración de su ineficiencia y su falta de intervención. Vamos a pedir sanciones y la iniciación de un sumario. Paralizó las obras para descomprimir un poco la situación”.
Por Ximena Linares Calvo
Colectivo de Comunicación Popular Al Margen
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