En esta charla Ricardo Vignoni nos cuenta que realizó un sondeo de opinión, en que la ultra derecha encabeza el pelotón de opciones que se disputan tres senadores y dos diputados nacionales, consolidada por una fuga persistente de votos desde el Pro y Juntos Somos Río Negro. Además le preguntamos: ¿Qué expectativas depositan los rionegrinos en el gobierno nacional y provincial?

Ricardo Vignoni analizó el escenario electoral de Río Negro de cara a las elecciones medio término.

Ricardo Vignoni lleva 36 años realizando encuestas en la provincia, por encargo de espacios políticos variados. No trabaja con teléfono ni redes sociales. Su método es el mano a mano con el vecino. “Un proceso artesanal donde todavía la tecnología no ha entrado”, dice. A favor suyo, advierte que las últimas elecciones en Estados Unidos, Brasil y la Argentina dejaron a un tendal de encuestadores muy lejos de los resultados. Vignoni y su equipo de trabajo caminan los barrios, y observan que la mayoría de los rionegrinos tiene esperanzas en Milei, pero no así en el gobierno de la provincia.

—¿Cuál es la intención de voto para este año en Rio Negro?

—La elección está prácticamente definida, a grandes rasgos. Tengo un 35% de indecisos, tomando el cálculo estimativo de 420.000 votantes positivos en Río Negro, una cifra a la que nunca se ha llegado en las últimas elecciones, salvo en el balotage. La mayoría son de Bariloche.

—¿Qué porcentajes le dan a los pre candidatos?

—Entre los candidatos de Milei, los candidatos peronistas y el candidato de Alberto Weretilneck se llevan casi el 47 por ciento de los votos, es decir los cinco cargos nacionales en disputa (tres senadores y dos diputados). La incógnita es si alguno se lleva los dos diputados. Cerca de eso hoy están los candidatos de Milei, porque yo cuento también a aquellos candidatos que prácticamente no tienen chances de ganar pero son muy gravitantes.

—¿Quiénes son?

Tortoriello y Villaverde ¿Juntos o separados?

—Tortoriello, que tiene 7,25 por ciento y el macrismo (liderado por Juan Martín), que tiene 3,44 por ciento. Son 10 u 11 puntos que podrían arrimarse a los candidatos de Milei.

—Habría que sumar los votos de Ariel Rivero, de Primero Río Negro

—Lo de Rivero no incide. Él impactó en la elección a gobernador, cuando Milei todavía no competía. Apareció con el león en la boleta y alcanzó un 10% de los votos. Pero esos votos son de Milei, no de Rivero.

—¿Ve un posible acuerdo entre el Pro y La Libertad Avanza para este año en Río Negro?

—Lo que pasa es que el Pro pretende mucho, y más del 8 por ciento no tiene. Y La Libertad Avanza sólo podría ganar dos senadores y al menos un diputado. Es más: fijate que los votos del Pro en la última elección presidencial no eran de Larreta ni de Macri, eran de Bullrich, mucho más proclives ahora a votar a La Libertad Avanza que al Pro.

—¿Qué otros candidatos tienen pocas chances pero son gravitantes?

—La Unión Cívica Radical tiene 0,86 por ciento y la Coalición Cívica ARI el 0,46 por ciento. Vos me dirás para qué sirven. Yo te diría que mucho. Porque un punto y medio, pongámoselo a Juntos Somos Río Negro, que es donde están más cercanos, es mucho.

—De esos tres espacios que se llevan el 47 por ciento y que observa con más probabilidad de liderar a La Libertad Avanza: ¿A quién tenés en el segundo lugar?

—El peronismo está con lo justo y Alberto Weretilneck también. Hay un montón de circunstancias que rodean a esta elección que todavía no están definidas.

Otros tiempos… La difícil unidad del peronismo rionegrino. Foto: Verónica Moyano.

—¿Por ejemplo?

—Si Milei va a continuar así hasta fin de octubre. Si el peronismo irá unido o no.

—¿Al votar los indecisos lo hacen de manera proporcional a los porcentajes de votos positivos?

—A veces sí, a veces no. Yo estuve indagando sobre las mayores preocupaciones de la gente en este momento, para ver más o menos hacia dónde podría ir su voto. Siempre hago las mismas preguntas, es un menú cerrado: llegar a fin de mes, la salud, el trabajo, la educación, la inflación.

Adriana Serquis, la apuesta de Patria Grande para diputada nacional en las próximas elecciones.

—¿Qué resultados obtuvo?

—Lidera los reclamos para llegar a fin de mes, que le pegan directamente al gobierno nacional. Luego la salud, que no tiene un valor muy alto, tampoco pequeño, oscila el 20 por ciento que le pega directo al gobierno provincial. Y la educación, que tiene un 12 por ciento, que también le pega directo al gobierno provincial. 

—¿Cómo cree la gente que va a estar?

—Hay un marcado optimismo, hay esperanza. El 48 por ciento cree que va a estar mejor a fin de año, el 40 por ciento que va a estar igual y el 12 por ciento peor.

—¿Y cómo cree que va a estar el país?

—El 41 por ciento dice que va a estar mejor, el 36 por ciento igual y el 18 por ciento peor.

—¿Y la provincia?

—El 33 por ciento dice que va a estar mejor, el 40 por ciento y el 23 por ciento mal.

—¿En qué porcentaje de imagen positiva tiene a Milei?

–En 39 puntos en este momento. Había ganado con el 54 por ciento en el balotaje, en algunos lugares con 60 y 61, como Catriel y Villa Regina. Pero a partir de enero, entró a bajar de dos o tres puntos por mes. Este 39 por ciento corrobora el 41 por ciento de personas que piensa que estará mejor, que tiene esperanza. Milei todavía tiene una imagen muy alta.

—¿Por qué es tan alta la imagen positiva del Presidente frente a una desmejorada realidad material?

—Yo creo que la gente estaba muy cansada. Después de promesas electorales que no se cumplieron, Milei salió a vender algo en que todo el mundo creyó: apareció con una motosierra, ofreciendo una imagen de austeridad. Y ahora se mete en la caja de ANSES, en el PAMI, en todos lados. La gente dice “la pucha, cómo nos estaban robando”. Ocurre al mismo tiempo que no aparece nadie con alguna idea de gobernabilidad capaz de seducir al país para después de Milei. Nadie es creíble.

—¿Piensa que estamos frente a un cambio de ciclo, como en 2001?

—Acá nadie pide que se vayan todos. Yo te decía que tenía un 35% de indecisos, pero en 2001 fue altísimo el porcentaje de votos en blanco. En la última elección presidencial en Río Negro hubo sólo 5000 votos en blanco. Es cierto que en diputados hubo más, pero obedeció a la boleta corta de Juntos Somos Río Negro.

Pedro Pesatti encabezaría el tramo a senadores por JSRN.

—¿El elector que vota al provincialismo, en nuestro caso a Juntos Somos Río Negro, lo hace por identidad, por su apego a una referencia nacional o por la política local?

—Veamos qué Juntos Somos Río Negro. ¿Arabela Carreras y sus 203.000 votos en 2019? ¿Agustín Domingo y sus 138.000 votos en 2021? ¿Alberto Weretilneck y sus 113.000 votos en abril de 2023? ¿Di Giácomo y sus 60.000 votos en octubre de 2023? Hay una fuga de votos en Juntos, como también en el Pro. El Pro con Tortoriello sacó 100.000 votos en las elecciones a diputado nacional de 2021, 86.000 en abril de 2023 a gobernador y 67.000 en octubre a diputado nacional. Entre los dos hay una fuga de 100.000 votos. Y al peronismo no le faltan.

El PJ fue con una colectora de Alberto Weretilnek en las últimas elecciones provinciales.

–El peronismo bajó en 2023 su caudal respecto a 2019.

–Bueno, bajaron todos, recordá que en 2019 hubo una elección polarizada. Pero el peronismo es el que menos perdió.

—¿Y qué define esa pérdida de votos? ¿Especialmente, en el caso de Juntos Somos Rio Negro?

—Habría que averiguarlo. Votos significan militancia. Yo creo que Juntos fue perdiendo militancia. Todos sus partidos aliados fueron perdiéndola. El radicalismo está en liquidación, dividido por donde mires. La Coalición Cívica ARI nunca tuvo nada, siempre fue a la cola, a veces ligó.

Por Pablo Bassi

Equipo de Comunicación Popular Al Margen

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