Las jornadas de ollas populares que comenzaron a realizarse en la entrada al vertedero para asegurar un plato de comida a las casi treinta familias de los recicladores de la Cooperativa Nueva Esperanza Bariloche tuvo este miércoles un matiz especial en el marco de las diversas actividades que las organizaciones sociales, sindicales, religiosas y de derechos humanos realizaron en todo el país este 7 de agosto, día de San Cayetano, patrono del trabajo, con movilizaciones por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo.
A la vera de la ruta 40 las manos los recicladores nucleados en la cooperativa que organiza el MTE se multiplicaron desde temprano para elaborar la comida realizada con donaciones de vecinos y vecinas de esta ciudad. Habitualmente la jornada se extiende hasta el mediodía, para abrazar de la manera más extensa posible en el marco de un contexto muy complejo, con crecientes niveles de pobreza, hambre y desocupación, situación que fue denunciada en la jornada: esta semana se conocieron los indicadores de pobreza e indigencia del el Observatorio de la Deuda Social de la UCA elaborados en base a datos del INDEC: la pobreza trepó al 54,9% y afecta a seis millones de personas más que ocho meses atrás, en tanto que la indigencia se duplicó.
En lo particular, los recicladores advierten gran preocupación debido a la baja en el precio de los materiales reciclables, con la llegada de menos material y condiciones climáticas que dificultan el trabajo diario. La dura tarea que llevan adelante en el manto se vuelve todavía más difícil en este tiempo.
“En este momento estamos pasando por una situación bastante mala: no estamos pudiendo vender el material que recolectamos del vertedero. Los precios bajaron mucho y no nos alcanza. Por eso no nos quedó de otra que empezar con una olla popular acá en el galpón de la cooperativa que estamos manteniendo con la ayuda de la gente de Bariloche que nos viene a dar una mano donando algo de mercadería para poder ofrecer un plato caliente para los que están trabajando en el manto”, cuenta Fabiana Contreras, una de las recicladoras de la cooperativa.
Como muchos de los integrantes -la mayoría mujeres- llega a trabajar a las cinco de la mañana y se mete en el manto a rescatar latas, vidrios, cartón. Se queda hasta la tarde, cuando cae el sol y emprende el regreso a su casa. Es su sustento, cuenta. Pero en estos meses dejó de alcanzar.
“Lo estamos pasando bastante mal, porque los precios de lo que nos compran bajan, pero las cosas a la vez suben, estamos luchando día a día para que no nos corten los servicios”, cuenta y narra mirando hacia atrás: “Mi viejo tuvo una vida en el vertedero, no solo en ese vertedero de acá arriba sino en el anterior. Ahora intentamos al menos asegurar un plato de comida para cada uno de los compañeros, los días que están laburando”, relata que la cooperativa se formó en el 2023 y actualmente cuenta con un galpón para trabajar el material y pesar lo que van acopiando.
Se suma las bolsas con material reciclado que llevan algunas personas, algo que necesitan multiplicar. Por eso, llama a la comunidad, a partir de la próxima semana, a acercar todo lo que puedan los lunes por la tarde desde las 14 hs, y miércoles y viernes desde las 9 hs: latas, cartón, plástico. Pero, además, alimentos, lo que sea para poder llevar adelante la olla popular, dicen.
“A veces también nos traen ropa y hacemos feria para poder sobrevivir”, continúa y asegura: “Nosotros vamos a seguir adelante con nuestra olla para poder comer, para darle de comer a los compañeros y compañeras. Vamos a seguir adelante hasta que podamos ir vendiendo nuestros materiales. Si van en esos días nos van a encontrar”.
Por Violeta Moraga
Fotos: Pablo Candamil
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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