Ayer falleció Juan Ojeda, un referente imprescindible en las luchas que lleva adelante el colectivo de personas con discapacidad. Desde el Colectivo Al Margen tuvimos la oportunidad de entrevistarlo, de escucharlo y, sobre todo, el enorme placer de leerlo. Porque Juan era un escritor militante que rompía cabezas.
El 2 de diciembre del año pasado, en la marcha que se realizó en nuestra ciudad para reclamar por los derechos de las personas con discapacidad, cientos de personas nos derretíamos al sol. Ese día Juan tenía que subir al escenario a leer el documento, pero una camioneta se había estacionado en la rampa y él no podía subir con su silla de ruedas. Me acuerdo que cuando empezó a hablar quedé impresionada con sus palabras. La claridad, la poesía y la potencia. Esa tarde dijo, por ejemplo:
“Nosotros no podemos andar por la ciudad, andar en colectivo, tener un trabajo digno, una vivienda de acuerdo a nuestras necesidades. Las personas con discapacidad no podemos. ¿Quién dice que no podemos? Los que pueden. El poder, los cómodos de nuestra incomodidad, ellos dicen que no podemos. Lo que está marcha les demuestra es que sí podemos, que somos vulnerados pero no somos vulnerables. Que tenemos la fuerza de organizarnos. Que no venimos acá a pedir ayuda, a pedir dádivas, tenemos la madurez suficiente de construir nuestro camino”.
Las palabras de Juan encontraban el lugar justo. Es esa magia que tienen lxs poetas. Unos meses después volvimos a entrevistarlo, cuando se cayeron las pensiones. Hablamos sobre la discapacidad como categoría política, la necesidad de sumar nuestras luchas, y de romper la sectorización de los reclamos.
En esa oportunidad Juan planteaba: “creo que va desde el punto de vista de la solidaridad, este entender que todos formamos parte del mismo colectivo. Para esto es necesario sacar la discapacidad del lugar de fundación, de mendicidad, de que pelear por las personas con discapacidad es un valor. Se escuchó mucho estos días “se metieron con los más indefensos”, “se metieron con los débiles”. Yo no me quiero visibilizar como alguien débil, porque eso es un poco jugar con los conceptos de este poder. Porque uno tiene ciertas características físicas es débil. Es un concepto casi germánico. Creo que es mucho lo que nos tenemos que replantear. Cuando hablamos de discapacidad, la interpelación es a la cultura en su sentido más profundo”.
El poder en su versión cruda. Y una lección de política que es importante escuchar estos días.
¡Gracias Juan por enseñarnos tanto!
Buen viaje.
Florencia Taylor
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen